El técnico madrileño, que suma 108 partidos en la entidad grancanaria, sigue teniendo crédito para al menos los próximos cuatro partidos. Urge revertir la situación.
«Nos equivocaríamos si en la sexta jornada metemos presión a este equipo. Hay que tener paciencia y tranquilidad». Eso dijo Pepe Mel en la rueda de prensa posterior al partido contra el Burgos, pero la realidad es que la presión ya está en el entorno de la entidad grancanaria y dentro del club, donde no se está contento con la evolución del equipo pero que aún tiene paciencia con el técnico madrileño.
Dos partidos en casa, la visita a Almería y el derbi canario contra el Tenerife. En estos cuatro partidos se juega el puesto el entrenador de la Unión Deportiva Las Palmas. El equipo tiene que mejorar y eso lo saben desde todos los estamentos del club, que mantiene la calma ante la impaciencia y el ruido externo que hay actualmente sobre el entrenador amarillo, que tiene en el mes de octubre la primera fecha límite para ir sacando los partidos hacia delante.
«Las Palmas tiene que estar en disposición del ascenso en marzo o abril», pero la realidad es que la paciencia de la entidad grancanaria no es tan grande y el primer examen para Pepe Mel será en la jornada diez y tiene que aprobar. A día de hoy, no lo hace. Desde la entidad grancanaria se ha dicho en multitud de ocasiones que la plantilla es mejor que la temporada pasada y los resultados no han mejorado, por lo que el foco se pone en el técnico madrileño.
