El jugador de Ingenio está teniendo un rol importante tras la baja de Mfulu y el equipo notó su ausencia en la segunda parte ante el Zaragoza, donde el encuentro se volvió ‘loco’.
«Había que cortar esa hemorragia de alguna forma, no podemos jugar con doce». De esta manera explicó Pepe Mel el cambio de Fabio al descanso del pasado sábado contra el Zaragoza. Las ayudas en defensa no llegaban y para ello metió a Benito el técnico madrileño.
«Pero en esto del fútbol, cuando arreglas un problemas, te puede venir la fuga de agua por otro lado». Reflexión más cierta es imposible por parte del técnico amarillo. El equipo grancanario empezó a echar de menos al jugador de Ingenio. Enzo Loiodice estaba sobrepasado fuera de su posición y el equipo se partió en una batalla a golpes donde la Unión Deportiva acabó perdiendo.
Fabio tiene la ‘virtud’ de ese jugador invisible que a día de hoy, cuando está no lo parece pero cuando no está, se le echa en falta. El mediocentro grancanario, sin ser el prototipo de stopper que todos imaginamos, está cumpliendo con su rol y sustituyendo de manera correcta a Mfulu, un pulmón en el centro del campo que aún le queda para volver.