Pejiño empieza a ver la luz: «Ahora mismo estoy avanzando muy rápido»



El jugador gaditano de la Unión Deportiva Las Palmas, que pasó por el quirófano a principios de año, reconoce encontrar bien y espera estar antes de lo previsto con el grupo tras un calvario de lesiones que empezó en septiembre.

La historia de Pejiño y las lesiones en esta temporada empezó en septiembre: «Todo empezó en el partido contra la Ponferradina, que tuve que salirme en el minuto 20. Jugué dos partidos noventa minutos – Almería y Tenerife -. Ya pensaba que no iba a pasar más dolor y volvió contra el Lugo. Intenté volver contra el Alcorcón y a partir de ahí, estuve luchando día a día con dolor. Jugué 20 minutos contra el Eibar y volví a recaer de lo mismo. Ya empecé a sufrir cuando terminé contra el Tenerife», reconoció el gaditano en los micrófonos de la radio del club.

Con el paso del tiempo, reconoce que «si pudiera haber parado antes, no me hubiera operado» pero «siempre intenté dar el máximo en el campo hasta que no pude más. No sirve de nada estar al 50% o 60% pudiendo estar otro compañero al 100%».


Por aquel entonces, «no podía correr, no podía golpear, hacía un sprint largo, paraba y no podía hacer otro. Tenía un dolor increíble». Todo esto, a parte del aspecto mental: «Un día estaba bien y estaba tres mal. Otra vez bien y la cabeza entraba en estado de pánico. Yo estaba que ya ni sabía ni que hacer ni que pensar. Trabajando era la única manera de afrontarlo y con el apoyo de la familia y amigos, que me ayudaron mucho».

Actualmente, su día a día es «estar todo el día en el gimnasio para tratarme con el fisio, hacer ejercicio de aductores y de pubis para después hacer un poco de carrera continua», donde ahí sí puede saltar al césped y ver a sus compañeros: «Duele mucho ver a mis compañeros correr como están corriendo».

Pejiño, que sigue en constante «comunicación con el Doctor Ripoll», reconoce que «ahora mismo estoy avanzando muy rápido» y que incluso va «más rápido de lo que se preveía. Me operé el 12, llevo menos de un mes y ya estoy corriendo, haciendo ejercicio de fuerza y golpeando un poco de balón».

En este momento, donde toca «seguir trabajando y cuidándome como nunca para estar lo antes posible», reconoce también un «dolor leve a la hora de correr por la cicatriz» pero con «los aductores muy bien, muy contento. Me entraban ganas de llorar cada vez que entraba al campo a trotar» en sus primeros días, reconoció el gaditano de la Unión Deportiva Las Palmas.