El equipo grancanario ha sido incapaz de remontar para ganar ningún partido en toda la temporada. La pasada campaña, la Unión Deportiva fue capaz de ganar tres veces cuando empezó perdiendo.
Una «mandíbula de cristal» refiere a luchadores con capacidad limitada para absorber castigo a la barbilla. Referido normalmente al boxeo, este dicho es totalmente extrapolable a la Unión Deportiva Las Palmas, que este pasado domingo una vez más empezó perdiendo, y perdió.
En los últimos meses, el conjunto grancanario ha dado la sensación de fragilidad, de ser incapaz de reponerse a los golpes surgidos durante un partido. El fútbol muchas veces no ha sido justo con los amarillos, merecedores de más puntos que ya no existen y no se ganaron en su momento.
Como reflejo, el equipo amarillo no ha sido capaz de ganar un partido que empezara perdiendo. Eso no se ha visto en toda la temporada. Como mucho, la Unión Deportiva ha sido capaz de empatar a pesar de recibir el primer golpe, aunque esto no haya ocurrido en los seis partidos de la segunda vuelta y haya que remontarse a diciembre contra el Amorebieta para ver una reacción que también ocurrió contra el Valladolid, el Ibiza, en Almería y en Oviedo, donde los pupilos de por aquel entonces Pepe Mel, reaccionaron al primer golpe recibido.
La temporada pasada, Las Palmas sí fue capaz de llevarse la victoria en tres ocasiones a pesar de empezar perdiendo. Lo hizo goleando (6-1) al Lugo tras el primer gol recibido de Juanpe, en Fuenlabrada (1-2) a pesar del gol inicial de Borja Garcés y en un partido ‘histórico’ contra el Sporting, donde los amarillos se fueron al descanso con dos goles en contra y acabaron ganando (3-2) con exhibición incluida de Kirian Rodríguez.
