Los jugadores de la Unión Deportiva Las Palmas que pasaron por la zona mixta del José Zorrilla agradecieron la presencia de unos 300 aficionados amarillos en Valladolid.
Como si fuera la famosa batalla de las Termópilas en la que un reducido ejército de 300 soldados liderados por Leónidas, rey de Esparta, luchó contra el innumerable y superior ejército persa dirigido por el emperador Jerjes, la afición de la Unión Deportiva se plantó en Pucela a pesar de los batacazos y lo complicado de la situación.
Durante todo el sábado, en una comunión con los aficionados del Real Valladolid, la afición amarilla demostró saber estar y tiñeron de amarillo las instalaciones anexas del José Zorrilla. Con optimismo, pero sabiendo que era casi una quimera, los amarillos ocuparon la esquina izquierda de la portería que estaba situada en el Fondo Sur.
Además, en esa portería llegó el gol de la victoria amarilla y Sadiku, cómo no puede ser de otra manera, fue a celebrarlo al banderín de córner donde estaban los 300 aficionados amarillos que vieron como la Unión Deportiva conquistó por tercera vez en su historia un estadio que esta temporada parecía inexpugnable.
El capitán Jonathan Viera, tras el partido, destacó que fue «espectacular. Después de la semana pasada con el batacazo que nos llevamos en casa contra el Girona y que la gente responda así, no hay palabras. Siempre han sabido el cariño que les tengo yo desde siempre e intentaremos que estén orgullosos del equipo».
Mfulu también destacó la presencia amarilla en las gradas: «Es increíble, cada vez que salimos de casa hay mucha gente. No hay palabras. Es increíble el apoyo que tenemos», comentó. Álvaro Valles, por su parte, también se refirió a la afición grancanaria desplaza a Valladolid: «Es espectacular, es de las pocas aficiones que mueve tanta gente fuera de casa. Para nosotros es un orgullo. Te dan ese plus y fuerza que te falta en esos últimos minutos».
