Nuevo tropiezo amarillo en Gran Canaria que confirma que la UD está atravesando el bache justo en el peor momento, especialmente ante los equipos de la zona baja de la clasificación. Queipo adelantó al Sporting y en la segunda parte Jonathan Viera igualó desde el punto de penalti en otro partido discreto de los amarillos.
Si hiciéramos un símil automovilístico, podríamos decir que al motor de la UD se le han encendido las luces de alarma. Ya venía de unos días haciendo un ruido extraño, dando algún problema para ponerse en marcha… Nada importante, ya que el motor no tenía ninguna alarma encendida. Sin embargo y tras este partido contra el Sporting, ya esa luz se ha encendido. Algo no va bien y es necesario pasar por el taller hasta dar con la solución que vuelva a poner a punto el motor que tan bien funcionó hasta ahora.
Llegaba la UD con el objetivo de olvidar la debacle del Heliodoro y para ello García Pimienta revolucionó el centro del campo amarillo, dejando en el banquillo a Mfulu y Loiodice para dar entrada de inicio a Fabio y Kaptoum, los jugadores que salieron tras el descanso en Tenerife. Además, Sidnei fue el elegido para ocupar el eje de la zaga junto a Curbelo ante la baja de Saúl Coco, convocado con su selección.
La premisa de la UD estaba clara desde el inicio, y más ante un equipo cuya propuesta no es tan destructiva. Empezó bien la UD juntando a Viera con Moleiro, aunque fue Pejiño quien avisó antes de los 10 minutos de partido. No obstante, algo ha cambiado en la UD respecto al equipo fiable que ha sido durante casi toda la temporada. Y esa pérdida de fiabilidad la demuestran los 6 goles que ha encajado en los últimos dos partidos. Una cifra más llamativa aún si tenemos en cuenta que antes de eso los de Pimienta habían encajado 15 en 30 partidos.
Y que los amarillos ya no son inexpugnables en defensa volvió a quedar patente cuando tras un córner a favor se inició una contra rápida que, en segunda instancia, acabó con un remate acrobático de Queipo dentro del área tras un fantástico centro de Varane. No menos brillante fue el remate del atacante sportinguista. Un golazo. Lo que antes se iba fuera o lo desviaba Álvaro Valles, ahora va para dentro. 0-1 y los nervios que definitivamente se instalan en el Estadio Gran Canaria.
Acusó la UD el gol, que veía que tras un buen inicio se encontraba por detrás en el marcador y tenía que luchar ya no sólo contra el marcador, sino contra sus propios nervios e inseguridades. Tanto fue así, que el gol dejó aturdidos por momentos a los amarillos, que empezaban a mostrar su desesperación y frustración con tarjetas totalmente evitables como las que vieron Moleiro y especialmente Sergi Cardona.
Revolución y mucho VAR
Quiso el equipo de Pimienta recuperar la iniciativa, pero no consiguió inquietar a Cuéllar hasta la vuelta de vestuarios, ya con Marvin, Marc Cardona y Loiodice en el campo. Especialmente significativa la posición del francés, quien salió por Sergi Cardona ocupando el lateral izquierdo. Ya avisó Moleiro batiendo al guardameta sportinguista, pero el VAR entró para anular el gol porque la bota de Pejiño se encontraba más adelantada.
No quedó ahí el protagonismo de Vicandi Garrido desde la Sala VOR. Minutos después, cuando nadie sabía muy bien por qué se detenía el partido, Ávalos Barrera acudió al monitor avisado por un posible penalti sobre Marc Cardona y, revisada la imagen, acudió al punto de penalti. Tuvo suerte aquí la UD, ya que si bien el contacto existe, es muy leve y de los que no se suelen pitar.
No fue el único drama para el Sporting, ya que en esa misma acción Marsà y antes del lanzamiento, Marsà vio la roja directa por unas protestas a los asistentes arbitrales. Viera no desaprovechó la pena máxima, pero el escenario ahora era familiar para los amarillos y no con especial buen recuerdo. Superioridad numérica y necesidad de atacar una defensa ahora cerrada con un jugador menos. Para ello, recurrió de inmediato Pimienta a Sandro en lugar de Pejiño.
El propio Sandro y Marvin fueron los canalizadores del ataque amarillo, con Viera y Moleiro de llegadores desde atrás, pero Cuéllar, veterano de mil batallas de este tipo, aguantó el tipo y repelió todos los acercamientos amarillos. Además también hubo hueco para el susto, pues Álvaro Valles tuvo que lucirse ante Aspra tras un error colectivo en defensa, y en la siguiente acción no acertó Varane a batir la portería amarilla pese a rematar sin oposición.
La UD deja escapar otros dos puntos y empieza no sólo a perder el paso de equipos como Eibar o Granada, sino que además ahora se ve metido en pleno tráfico con Levante y Alavés. Hoy, además, nuevamente mostrándose incapaz de superar a un equipo que jugó media hora con un jugador menos. Hay tiempo para dar con la tecla que vuelva a poner todo en orden, pero es necesario dar con ella cuanto antes.

Unión Deportiva Las Palmas 1-1 Real Sporting de Gijón
UD Las Palmas: Álvaro Valles, Álex Suárez (Marvin Park, m.46), Sidnei, Eric Curbelo, Sergi Cardona (Enzo Loiodice, m.46), Fabio González (Álvaro Jiménez, m.80), Wilfrid Kaptoum, Pejiño (Sandro Ramírez, m.62), Alberto Moleiro, Jonathan Viera y Loren Morón (Marc Cardona, m.46). Entrenador: Xavi García Pimienta.
Sporting de Gijón: Cuéllar; Guille Rosas, Izquierdoz, Insua, Diego Sánchez; Varane, Marsà, Queipo (Pol Valentín 46′), Pedro Díaz, Aitor (Cote 62′); y Juan (Aspra 82′). Entrenador: Miguel Ángel Ramírez.
Goles: 0-1 Queipo, m.19; 1-1 Jonathan Viera (penalti), m.58
Árbitro: Rubén Ávalos Barrera (Barcelona). Expulsó de manera directa al visitante José Marsá (m.59). Amonestó a los locales Fabio González (m.21), Sergi Cardona (m.45) y Sandro Ramírez (m.55). Amonestó a los visitantes Izquierdoz (m.58) y Cote (m.72).
Incidencias: Encuentro disputado en el Estadio de Gran Canaria ante 17.564 espectadores. Trigésima tercera jornada de LaLiga SmartBank 2022-2023.