El 28 de enero de 2012, la Unión Deportiva Las Palmas oficializó la venta del capitán amarillo al Granada por tres millones de euros. Jonathan Viera no quiso marcharse.
A finales del mes de enero de 2012, la Unión Deportiva Las Palmas se medía al Alcorcón en Santo Domingo en la que fue una derrota más pero que pasó desapercibida. Ese 28 de enero, en las horas previas, estalló la bomba en el hotel de concentración del equipo amarillo.
La entidad amarilla, a través de su web oficial, anunciaba la venta de Jonathan Viera al Granada por 3.000.000€ y con la ‘excusa’ de «afrontar con plenas garantías sus compromisos de pago hasta el 30 de junio». Esta noticia, inesperada por completo, marcó la actualidad amarilla dejando atrás la derrota (3-1) en Alcorcón, donde el grancanario se quedó ‘castigado’ en el banquillo.
Esta negociación «no se la esperaba» ni el ahora capitán amarillo ni Pedro Bravo, su representante por aquel entonces. En una tensa lucha por la renovación, ya que el de La Feria tenía contrato hasta el 30 de junio de 2013, Miguel Ángel Ramírez puso esta carta sobre la mesa.
El principal escollo, además de que Jonathan Viera ya estaba atado por el Valencia, era que todo ocurrió a la espalda de Jonathan Viera, que habló en la zona mixta de Alcorcón: «No me quiero ir hasta junio», reconoció el grancanario, que también reconoció que «no le gustaba la posibilidad» de irse al Granada.
Finalmente, y tras una larga noche de reuniones en Madrid, el jugador de La Feria se quedó en la Unión Deportiva Las Palmas y el 5 de mayo de 2012 se hizo oficial su marcha al Valencia.
