- Capacidad de sufrimiento. El Alavés dejó muy claro desde el pitido inicial que no iba a ser un partido fácil para la UD. Pero entre el desacierto de Samu Omorodion, el VAR y el buen hacer de Kirian, el equipo amarillo acabó imponiéndose en Mendizorroza.
- La UD Más efectiva. Dos remates hizo la UD entre los tres palos. Uno, el de Kirian que acabó en gol, y el otro en una contra que finalizó Marc Cardona y respondió Sivera. Los amarillos tiraron de efectividad y oficio ante un Alavés que asedió durante muchos minutos la portería de Valles.
- Samu Omorodion. No fue su día. Perdonó un gol a puerta vacía nada más empezar, se topó con Álvaro Valles antes del descanso en un mano a mano y, las dos que metió, fueron anuladas por fueras de juego milimétricos. Día para terminar muy frustrado.
- Álvaro Valles y Kirian Rodríguez. No es la primera vez en la temporada que se erigen en las principales razones para personalizar un resultado de la UD. El tinerfeño apareció para desequilibrar la balanza y el sevillano hizo lo que lleva haciendo toda la temporada: salvar a los amarillos. Son probablemente los principales culpables sobre el césped de lo que está haciendo este equipo.
- Cristian Herrera. Decía García Pimienta que está más acostumbrado a este tipo de partidos que la mayoría de jugadores de la plantilla y lo demostró en el tramo final, cuando tiró de oficio para sacar de sus casillas a varios jugadores locales y que así pasaran los segundos lejos de la portería de la UD. Apenas ha contado durante la temporada, pero también suma cuando se le requiere.
- Fortaleza por arriba. Hace no mucho era un drama jugar contra equipos que no paraban de colgar balones al área, dada la debilidad aérea de la defensa amarilla. Eso parece ya historia, puesto que en los más de 10 saques de esquina y continuos balones colgados al área siempre se impuso la muralla grancanaria.
- Un equipo muy físico. También es digno de destacar el espectacular estado físico de los jugadores amarillos. Tras una semana plagada de viajes, la prórroga en Tudela y la exigencia que puso el Alavés durante todo el partido, los futbolistas de la UD acabaron muy enteros para contrarrestar las embestidas de los locales pese al empuje que ejercían los locales.
- Factor suerte. Y, cómo no, la suerte también juega un papel importante en todo esto. Y es que esta UD tiene flor. No se sabe hasta cuándo durará, pero en buena medida el factor fortuna ha sido también fundamental en esta victoria, ya que los dos goles anulados a Samu fueron por milímetros, así como el balón que sacó Álvaro Valles cuando se colaba en la portería. En esto hay que tener flor, y la UD la está teniendo esta temporada.
