Para bajar a Segunda División no basta con hacer una cosa mal, sino muchas. Tampoco lo decide el VAR, ni las actuaciones arbitrales o las lesiones. Aunque algunos entrenadores lo insinúan. En nuestra campaña nefasta se hicieron múltiples cosas erróneas que parecían los peldaños del descenso al abismo.
1. Fichajes erróneos. No es recomendable comprar jugadores en decadencia, como Mata que metió los mismos goles que el presidente Miguel Ángel Ramírez, cero patatero. El dorsal cero goles es un error de bulto. La marcha de Coco jugador de la cantera no fue bien cubierta, nuestra defensa recibió 61 goles. A Pelmard le seguimos buscando. Y dos de los mejores fichajes, Dário Essugo y Fabio Silva, llegaron el 30 de agosto.
2. Mala planificación. No solo algunos jugadores llegaron tarde, el entrenador llegó tarde, porque tenía que jugar los play-off con el Real Oviedo. Y se encontró con una plantilla ya hecha.
3. Entrenador I . El entrenador Luis Carrión no supo armar el puzzle, le era imposible ganar, entre la falta de experiencia y de ideas alternativas, lo vimos con un Celta con 9, la suerte estaba echada.
4. Entrenador II, Después Diego Martínez no entendió la filosofía de Las Palmas, regaló la pelota, no transmitió ilusión, ni entrega en los partidos clave. Tras unos resultados esperanzadores, se hundió en meses sin victorias. Ignoró la cantera, hablaba mucho de cómo encontró el equipo y lo dejó peor, moribundo en la recta final. Se debió prescindir de él cuando contra el colista Valladolid, acabamos pidiendo la hora por un empate. Tras meses de no conocer la victoria. Faltó ambición y a veces respeto, “Estuvimos bien hasta el gol” que fue en el minuto 6, dijo después de jugar con el Leganés. Sus mensajes decepcionaron a la afición y los jugadores dejaron de creer.
5. Ignorar la cantera. Fichar jugadores que tapan el camino, como Mata, y no dar oportunidades a los jóvenes con un equipo Las Palmas Atlético que ha realizado una gran campaña y está lleno de jóvenes que piden paso. Un error de primero de UD Las Palmas.
6. El Estadio. Fue el agujero negro donde se perdieron los puntos que nos daban la salvación. Solo ganamos 4 partidos en toda la temporada, 17 puntos de 57. La fortaleza del campo propio se convirtió en debilidad. Y la afición no falló, con récords de asistencia y de paciencia.
7. Renunciar al balón. El juego canario que nos valió el ascenso con la posesión y nos sirvió para maternos fue olvidado por la pizarra. Y volvimos al patadón. Y la estadística no miente, nos dedicamos a ver como jugaba el rival. “Si perdemos el balón estamos muertos “, dijo Kirian.
8. Perder con los de abajo. El descendido Leganés nos ganó los seis puntos, el Alavés, 4 de seis, el Sevilla 4 de seis.
9. La defensa. El equipo más goleado después del Valladolid, 61 goles y eso que teníamos dos buenos porteros, una defensa que no supo cortar la sangría y así ganar es difícil.
10. Desmotivación. Había expectativa de reacción contra el Valencia, contra el Rayo, contra el Sevilla… pero los jugadores no estaban a la altura, gran decepción, ellos no iban a sufrir el descenso, la mitad ya tenía las maletas preparadas para ir a otro equipo la temporada que viene si se producía la debacle. Pasa cuando tienes jugadores sin arraigo, es la diferencia de jugar con la cantera que dan un plus. Se juegan su futuro, aquí nadie se jugaba nada se notaba en el campo, en partidos vitales. Así escalón a escalón hasta caer al pozo.
Ya sabemos para el año que viene, los peldaños que hay que subir con ambición, con impulso: buena planificación, fichajes acertados, entrenador adecuado, cerrar la portería, superar a los rivales directos, volver a ser fuertes en nuestro estadio, recuperar el balón, la cantera, y la alegría.
por Javier Fernández de Angulo
Editor de la revista Gentleman en México
Ex director de GQ, y subdirector de ELLE y VOGUE en España
