Este sábado, 21 de junio se cumple el décimo aniversario del sexto ascenso de la UD Las Palmas a Primera División. Tras el 3-1 en La Romareda, la remontada se empezó a fraguar esa misma madrugada con la famosa frase de Paco Herrera.
Se cumplen 10 años del gol de Araujo que le dio a la UD Las Palmas el sexto ascenso a Primera División de su historia. Trece años, 4789 días después, el equipo amarillo volvía a Primera División. Y además lo hacía cerrando el círculo tras el batacazo ante el Córdoba ocurrido 364 días antes.
Tras perder 3-1 en La Romareda, la remontada comenzó la siguiente madrugada. Tras aterrizar el equipo en Gran Canaria, la marea amarilla esperó a la plantilla en el aeropuerto. El Gran Canaria iba a dictar sentencia, y toda la isla era consciente de que no se podía volver a escapar el ascenso. Entre ese sentimiento de revancha y aún en el aeropuerto, Paco Herrera pronunció una frase que fue el comienzo de la remontada: «El domingo, después del partido, os espero en la guagua».
El 21 de junio de 2015, la Unión Deportiva Las Palmas necesitaba una tarde histórica en un Estadio de Gran Canaria con el espíritu de la remontada. Desde el recibimiento en el aeropuerto tras el 3-1, la afición había llevado en volandas a los jugadores. Terminó todo con un grito colectivo, con una alegría en común, con el ansiado ascenso a Primera División.

El equipo amarillo salió a demostrar. Con valentía. Buscando la portería de Bono, ante un Zaragoza que, con el paso de los minutos, vio imposible avanzar. Roque adelantó a los amarillos para recortar distancias en la eliminatoria. El teldense le pegó con el alma de todos los grancanarios para abrir la esperanza al sueño de la remontada. El sueño del ascenso.
Pasaban los minutos y el ascenso esperaba en la esquina. La Unión Deportiva necesitaba un tanto para la remontada, para ascender a Primera División. El Zaragoza había levantado la bandera blanca, jugando con el cronómetro más que con el corazón o la cabeza.
Pedía el partido un héroe, un jugador para pasar a la gloria, y ese fue el argentino Sergio Araujo. En el minuto 84 de partido, Viera sacó una falta al corazón del área, Ortuño cabeceó, Aythami se inventó la chilena de Patalavaca y el tanto de Sergio Araujo desató el delirio en las gradas del Estadio de Gran Canaria.
Los diez minutos restantes fueron un sinvivir. Una última falta a favor del Zaragoza hizo que sobrevolara el fantasma del Córdoba, pero era el día de la Unión Deportiva Las Palmas. Trece años después, quince desde el último ascenso, Gran Canaria volvía a tener equipo de Primera División.
Ese 21 de junio de 2015, se liberó la tensión de los corazones amarillos que habían visto a su equipo atravesar el desierto. Temporadas en 2ºB, el fantasma de la desaparición del club o el shock del ascenso frustrado ante el Córdoba. Gran Canaria y la UD llevaban mucho tiempo sufriendo por el fútbol. Trece años para ser concretos. Por eso, la alegría de aquel 21-J, del que ahora se cumplen 10 años, fue infinita. Una tarde para la gloria de un grupo de jugadores que junto a su afición, gritaron eso de «¡Es de Primera, Las Palmas es de Primera!»