- Tres cambios en el once: Luis García planteó de inicio tres cambios en el once. Se cayeron Iván Gil, Enzo Loiodice y Cristián Gutiérrez y se vivió el debut de Lukovic con la camiseta amarilla, además de la primera titularidad de Recoba y Cedeño, tres de los flamantes fichajes de este verano. Como anécdota queda que Marvin Park fue el capitán amarillo al inicio del partido.
- El olfato de Lukovic: El nuevo delantero de la UD Las Palmas demostró en 20 minutos porqué hay tantas esperanzas puestas en él. No rehuyó del cuerpo a cuerpo con los defensas, buscó movimientos al espacio, peleó un balón dentro del área que le permitió quedarse mano a mano con el portero y en la segunda oportunidad que tuvo -gracias a un buen pase de Fuster- anotó su primer gol como amarillo.
- Otra vez un paso atrás: La UD estaba cómoda relativamente cómoda en el partido. El Córdoba planteó una presión muy valiente de la que los amarillos conseguían salirse casi siempre y eso permitía que el balón llegara a campo rival fácilmente. Sin embargo, tras el parón de hidratación, la UD dio un paso atrás y el Córdoba empezó a tener más balón y a acercarse con más asiduidad a la portería de un Horkas que no transmitió excesiva seguridad ni con los pies ni en algunos balones colgados al área.
- Ale García sigue enchufado: Es la gran sorpresa de este inicio de temporada. El canterano volvió a ver portería y anotó el segundo gol en dos partidos. A parte de su olfato goleador, su trabajo fue clave en la presión.
- Los cambios a tiempo: Esta vez sí, Luis García hizo los cambios mucho antes y fue renovando las piernas del equipo a medida que iba fallando la energía del equipo. Loiodice mejoró el centro del campo y dio sentido al inicio del juego, Marc Cardona refrescó a un Lukovic que aún no está para 90 minutos y en el último tramo la pausa de Viera permitió al equipo descansar algunos segundos.
- El golazo de Enrique Clemente: Con el 0-2 en el marcador el Córdoba apretaba para intentar acortar el resultado, pero la UD se defendió bien de las acometidas rivales. Cuando parecía que la agonía iba a durar hasta el final, Enrique Clemente se sacó de la nada una conducción de 70 metros para quedarse mano a mano con el portero y sentenciar el partido anotando el 0-3. A su gran trabajo defensivo le añadió un gol antológico que será uno de los mejores de la temporada de la UD.