El conjunto grancanario dio una muestra pública de unidad en el Nuevo Arcángel, donde los jugadores celebraban los goles en una piña propia de un tramo final de la temporada. Tener a todos enchufados, la clave que busca Luis García.
Desde que Luis García aterrizó en Gran Canaria el pasado 9 de julio su mensaje ante los medios de comunicación ha girado sobre las mismas aristas: ser protagonistas con el balón, ser valientes, presionar alto y sobre todo, la unión y la fortaleza del grupo: «La fortaleza de un equipo unido y con objetivos comunes en incalculable», llegó a poner en sus redes sociales.
Ese es uno de los objetivos que se ha marcado Luis García en sus primeros pasos en la Unión Deportiva Las Palmas y el equipo muestra una unidad impropia de un proyecto que tiene más de diez caras nuevas en la presente temporada. Aún así, el grupo se está haciendo fuerte y para muestra, lo vivido en Córdoba.
En cada gol, el banquillo al completo se levantaba antes del mismo y posteriormente acudían a la esquina a celebrar el gol como una piña. En el otro lado del campo, los jugadores más defensivos se abrazaban entre ellos. La unión del grupo es una de las claves que quiere fortalecer el técnico amarillo y más en una etapa complicada como suele ser el mercado de verano.
