El mediapunta de Sant Boi de Llobregat relata que hacía doble sesiones de trabajo diario para recuperarse lo antes posible. Se perdió dos partidos pero se preveía una baja entre cinco y siete semanas.
Iván Gil es la reivindicación hecha persona en la Unión Deportiva Las Palmas. Tras una primera temporada nefasta para el de Sant Boi de Llobregat, que incluso se ha quejado abiertamente del trato recibido por Diego Martínez, esta temporada está siendo uno de los líderes del conjunto grancanario.
El ‘8’ amarillo ya demostró su nivel en pretemporada y fue titular en la primera jornada liguera contra el Andorra, donde sufrió una lesión que parecía fea ya que incluso se tuvo que ir directamente al hospital: «El día que me lesioné yo pensaba que se me había acabado la temporada porque yo cuando siento el golpe y voy al suelo siento el tobillo muy mal. Llego al hospital, en la ambulancia me pusieron un yeso para llegar al hospital, llego y me lo quitan y veo el tobillo como está y digo pinta mal. He tenido algún esguince pero nunca he sido de que se me inflamara ni nada y para mí verlo inflamado ya era algo gordo», explicó el jugador catalán en UDRadio.
De hecho, Iván Gil explicó que «los plazos» de recuperación eran «entre cinco y siete semanas y a la tercera semana ya entré en Burgos. Por las mañanas le dedicaba mucho tiempo con los fisioterapeutas a trabajo de piscina y de estabilidad del tobillo y luego por las tardes iba al centro médico».
«Cada día que pasaba sentía que el tobillo iba a mejor y probando en campo y demás no me molestaba», explicó el ‘8’ amarillo, que reconoce que en el momento de la lesión «me asusté. Vengo de hacer una buena pretemporada, de ser titular el primer partido y teniendo esta oportunidad y lesionarme y ver que según los tiempos de recuperación esa dinámica puede cambiar pues claro que te asusta», concluyó Iván Gil, de vuelta a los terrenos de juego y autor de los dos goles de la victoria el pasado viernes contra la Real Sociedad B.
