Vicente: «No me siento obligado a cumplir el papel de Roque»



El mediocentro de Schamann se encuentra en el tramo final de su recuperación y concedió una entrevista a La Provincia / DLP en la que comentó multitud de cuestiones tanto sobre la actualidad de la UD Las Palmas como la suya propia, destacando que no se ve presionado para ocupar el papel de Roque en el campo y que no va a forzar su reaparición. 

Vicente Gómez está encarando la recta definitiva de su recuperación y su regreso a los terrenos de juego está cada día un poco más cerca. El mediocentro continúa trabajando al margen de sus compañeros, pero todo apunta a que el alta definitiva llegará el próximo lunes cuando la UD Las Palmas ya encare la primera semana de fuego real, la primera semana de competición. De esa manera, el propio ‘4’ amarillo concedió una entrevista a La Provincia / DLP en la que hizo un repaso de todo lo que le ha ocurrido con su lesión y también tocó temas de la actualidad del conjunto que dirige ahora Manolo Márquez.

Para empezar, Vicente quiso ante todo explicar cómo se lesionó y matizó que en ningún momento forzó «con la hernia» y que tampoco hubo «una recaída, no había lesión», informando que todo ocurrió tras «un fuerte golpe en la zona después de sufrir una fuerte lumbalgia tras el partido ante el Athletic«.


De esa manera, el medio señaló que después de detectarle la hernia se marchó a Madrid para consultar a cinco médicos hasta que encontró en la figura del Doctor José Francisco Fabregat a un segundo padre: «En Madrid descubrí a un médico que es mi segundo padre, una eminencia en neurocirugía que vino a verme luego a la isla. Ningún médico hizo eso por mí, mantengo contacto casi diario con José Francisco Fabregat. Él hizo que me sintiese cómodo, me buscó hotel cerca de la clínica, estuvo con mi madre y mi novia… Tenemos una amistad en común, un ‘fisio’ de la capital de España. Hizo cosas que no estaban en la mano de un médico. Es mi segundo padre», incidió.

A la hora de hablar de su regreso el canterano no titubeó y argumentó que tenía ganas de «estar en el Carranza, pero el doctor Fabregat me dijo que no. ‘Imposible, no hay nada que ganar y mucho que perder’, aseguró. No comprometeré mi futuro por un amistoso», pero recalcó que quiere estar para «la primera jornada ante el Valencia. Sé que no voy a jugar de inicio; pero quiero estar disponible. Quiero sentirme útil. Entrenaré con el equipo al cien por cien la semana del inicio de LaLiga. Quiero que el míster vea que estoy disponible y el devenir de la competición deparará si puedo ser titular en esta UD«.

Y aunque el no tener minutos durante esta pretemporada le puede afectar a la hora de su regreso por la falta de ritmo competitivo, Vicente Gómez defendió su postura alegando que lleva «más trabajo acumulado, con 30 dobles sesiones, que mis compañeros. Trabajo tranquilo y callado, que el trabajo hable por uno».

Por ello, el de Schamann ya empieza a verse dentro de los esquemas de Manolo Márquez y expresó que se siente cómodo tanto de pivote como de mediapunta: «En Primera jugué en ambas posiciones. He jugado por delante de la defensa, en el doble pivote, en la línea de cuarto por delante. ¿Mi idea? Ponerme bien, y si todo va por cauces normales puedo tener un sitio en el once». Además, indicó que, ante la baja de Roque, no se ve «obligado a cumplir el papel de Roque. Mis cualidades se basan en apoyar a ese mediocentro a sacar la pelota. Insisto, he demostrado que puedo jugar por delante de la defensa. Con este sistema hay posesión de balón y uno se siente más protagonista».

En cuanto a las diferencias entre Márquez y Setién, Vicente lo tiene claro: «Se parecen en algunas cosas. Márquez, como Setién, deja hacer y su toma de decisiones no es para la galería. Es más rígido de lo que parece. Comparto su perfil, cada uno ya es mayorcito para hacer qué cosas. Pero si te equivocas, estará para corregirte. Eso sí, Márquez viene con una realidad que se intentó hacer el curso pasado y no pudimos. Si un equipo mantiene su portería a cero logras puntuar, en la línea del Villarreal, y más con el arsenal ofensivo que tenemos. Podemos convertirnos en un equipo rocoso. Ahí está el reto si queremos crecer. Tenemos lo más importante: el talento; pero hay que aplicarle orden y rigor», dejó claro el mediocentro.

Continuando con esa línea, el pivote hizo una mención especial al potencial ofensivo que tiene la UD ahora mismo, remarcando que los amarillos poseen el mejor ataque de su historia por «cantidad de jugadores de corte ofensivo. Hay multitud de variantes, piezas más dinámicas, otras que busca al balón al pie… Tienes puntas que se desmarcan al espacio; otros más rematadores… Ya se verá si somos capaces de explotar estas virtudes. Márquez tiene un bendito problema: intentar de ajustar todas esas piezas».

Por otro lado, Vicente también tocó el tema de su renovación y las ofertas que tuvo justo antes de lesionarse, comunicando que había «dos equipos importantes de Europa interesados, y ante el interés de esos equipos nos habíamos sentado a hablar y mi renovación estaba muy avanzada. Pero llegó la lesión y todo se paró. Cuando pase esta época se solucionará. Tengo la palabra de la Dirección Deportiva. Ahora mismo no quiero saber nada de eso, sólo quiero entrenar… Hablaremos cuando sea protagonista». Esa cuestión le hace sentirse importante dentro de la plantilla, pero notificó que en el vestuario «no hay capos. Ayudo a transmitir lo que sea necesario, brindo tranquilidad y ejemplo con mi comportamiento. No doy problemas».

En otro orden de cosas, el futbolista grancanario compartió su visión actual de Las Palmas y declaró que la UD «está viva; ahí está la construcción de la ciudad deportiva, se pueden mejorar los viajes, entablar relaciones con otros clubes, montar academias…».

Asimismo, Vicente volvió a demostrar la serenidad y la humildad que le persigue desde que inició su carrera cuando le tocó hablar sobre el fútbol moderno, insistiendo en que no sabe «lo que cobran los demás. Y hablar de dinero, tal como está la sociedad, no me parece adecuado. El fútbol es una burbuja; está en expansión. Las cosas se ganan en el campo. Lo importante, más que lo que cobres, es ser feliz. Conozco jóvenes de mi edad que están en una situación difícil. Soy un privilegiado y no me alejo de la sociedad. Si pagan 222 millones por Neymar es porque se puede. Con el control financiero de LaLiga cada movimiento se analiza al detalle. Hay que valorar si son cantidades éticas. El fútbol es un negocio, la vertiente romántica pasó a la historia. Ahí están los fondos de inversión y el jugador se aprovecha».

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