El técnico grancanario ya se deja querer por la entidad amarilla a pesar del descenso. Hasta el momento no había dado pistas acerca de su continuidad, en el Larguero de la Cadena SER espetó por primera vez que su deseo de devolver a los insulares a LaLiga, aunque matizó que no piensa en ello.
La dureza de un descenso a un mes del final. «Pasando el mal trago, aguantando el tirón. Un descenso es duro, nosotros hemos mantenido una racha peleando en los últimos lugares y siempre es duro estar en una situación de descenso, pero sobre todo es duro descender cuando faltan todavía 4 jornadas para acabar la competición».
A la UD le faltaron recursos para salvarse. «Me imaginaba que iba a ser difícil como así ha sido. El reto era coger a un equipo que iba último y en una situación complicada. Hemos ido con toda la ilusión del mundo a trabajar y a intentar sacarlo de ahí. Tuvimos un empujón en el que nos igualamos con el Levante y con el Dépor, pero no tuvimos recursos para ir a por más. Ese era el momento y las posibilidades eran claras, pero no fuimos capaces de seguir con ese acelerón. Ahora el Levante ha pegado un empujón que ningún equipo ha sido capaz de seguir. Teníamos que haber hecho un poco más».
La respuesta de la afición tras el descenso. «La gente sigue siendo bastante cariñosa conmigo por la calle. Se han vivido momentos tensos, pero la gente no es agresiva ni te falta al respeto. En el campo la gente está mucho más caliente y sí que dice alguna cosa que otra, pero nosotros tenemos que aguantar y aceptar porque tenemos una responsabilidad. La gente siempre ha estado con el equipo, hemos sentido su cercanía y su cariño. Ahora lo que tenemos que hacer es asumir cada uno su responsabilidad y las críticas que nos puedan llegar; somos los generadores de esta situación».
Su mensaje a los jugadores después de la derrota. «Después del partido sólo pude animarles y agradecerles su esfuerzo. El gran mal de este equipo ha sido no saber competir mejor en una situación de presión máxima, esa situación nos ha ido comiendo. A pesar de tener las capacidades que tenemos, no hemos sido de demostrar el talento que sí creo que tenemos. Ahora nos queda un mes en el que tenemos que competir por nuestra afición y nuestra camiseta. No nos podemos dejar llevar ni mucho menos».
¿Te has sentido decepcionado por alguien? «Yo. Me he decepcionado mucho a mí mismo. Creía que era capaz de sacar más de este equipo y no he sido capaz. Nos hemos dejado la vida en el intento. Puede que este sea el equipo con el que más nos hemos volcado y con el que más hemos trabajado porque la situación así lo requería, pero no hemos podido. Me he equivocado en muchas cosas. Sólo en un momento parecía que todo engranaba, nos vinimos abajo. Creía que podía mejorar mucho a este equipo».
A vueltas con la salida de Viera. «Cuando Viera se fue dije que no hubiera sido descabellado irme. No me di cuenta de que se acababa, pero no nos podíamos permitir el lujo de perder a un jugador como Jonathan Viera porque las cosas no iban a salir igual. Yo no sé si con Jonathan Viera nos hubiésemos ido a Segunda División también. Era una situación complicada y deportivamente fue un tiro en el pie, fue algo que nos marcó. Una de las cosas por las que vine fue porque estaba Viera, cuando Jonathan Viera se va las reglas del juego habían cambiado. Yo podía haberlo dejado ahí, pero también es verdad que muchos jugadores vinieron de muy lejos por mí y me parecía feo irme para que ellos se quedasen. Yo saqué el tema, pero si no me preguntas por el tema yo no lo saco».
¿Ha habido algún acto de indisciplina desde su llegada? «Desde que yo he estado, ha reinado la normalidad. La disciplina es importante. Hemos tenido cosas normales. Ya no es un problema de ser indisciplinado o no, es de si eres un descerebrado o no. Desde que yo estoy aquí no ha pasado nada extraordinario».
Las responsabilidades del presidente. «Hablo con él todas las semanas. Él tiene también sus cosas y los motivos por los que se ausenta no los sé, pero tiene sus negocios y si está fuera es porque así lo requiere la situación. Estoy seguro de que dará las explicaciones pertinentes. Él se ha equivocado mucho y yo me he equivocado mucho. Nos ha salido como el culo. Prefiero hablar de responsables que de culpables. Nadie está exento de asumir lo que nos tiene que caer. Lo que verdaderamente duele es ver que miras hacia la grada y ves que no hay nadie; ese es un mensaje que nos llega».
Los insultos recibidos desde México. «La pena es que cuando oyes esto la gente piensa que todos los mexicanos son iguales, pero desgraciadamente hay tipejos e impresentables como estos. Dicen que no se preocupan por mí, pero hace 5 meses que me fui de México y se siguen preocupando. El gran mal de ellos es que puse a cada uno en su sitio y después de 6 temporadas en las que Cruz Azul no se metía en Playoff, se metió conmigo de entrenador. Eso a algunos los mató. No reventaron de milagro. Cuando vaya a algún sitio y me vaya bien se esconderán como las ratas en las alcantarillas y cuando me vaya mal volverán a sacar la cabeza. Yo no me he peleado con nadie, puedo tener alguna conversación en un tono u otro. Tuve problemas con ellos porque puse a cada uno en su sitio. Lo que quiero que quede claro es que estos son unos pocos, una gentuza que tiene que decir este tipo de cosas para ganarse la vida, pero el resto de mexicanos y el resto de la prensa mexicana son gente normal».
¿Le gustaría quedarse? «En mi cabeza están los 4 partidos que quedan, no podemos dejar una imagen horrible. Aunque perdamos los 4 partidos que quedan, no podemos dejar de pelear. Claro que me encantaría subir a Las Palmas a Primera, pero eso no depende sólo de mí. Hasta que esto no acabe, no sé si me voy a ir a China o a mi casa».
