El entrenador grancanario cumplirá este sábado casi una vuelta al frente de la UD Las Palmas. El partido ante el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez fue el último de los amarillos antes del aterrizaje de un técnico que no ha conseguido sumar ni en lo futbolístico ni tampoco en lo resultadista.
El Coliseum Alfonso Pérez fue el escenario del último día de la era del terror en la UD Las Palmas. Pocas horas después de consumar una derrota más, el conjunto amarillo abría una nueva etapa con Paco Jémez como salvador. El entrenador insular llegó con la convicción de poder cambiar lo que estaba sucediendo alrededor de la plantilla, pero la realidad le ha acabado convirtiendo en una pieza más del puzle del descenso.
Con su aterrizaje, Jémez prometió trabajo hasta reventar y proclamó que iba a poner en práctica el mismo fútbol que siempre le ha caracterizado, aunque es evidente que no ha podido. Al preparador amarillo no se le podrá achacar que no ha estado currando hasta el final y que no se ha roto la cabeza en busca de soluciones, pero lo cierto es que los números dejan claro que ha habido muchos errores durante estos 18 partidos.
Los números del entrenador en LaLiga son de 2 victorias, 6 empates y 10 derrotas, una cuestión que le hacen sumar un total de 12 puntos de 54. Esto quiere decir que Jémez ha conseguido ganar el 22.2% de los puntos que han estado en juego durante este tiempo, una estadística que demuestra que era muy complicado salvar la categoría a pesar de sus intentos por levantar a un equipo que ha caminado con pies de barro.
De todas maneras, echarle toda la culpa a Paco Jémez sería un error. Los males de la UD vienen de lejos, desde el verano pasado y casi desde el no de Quique Setién, pero también hay que poner en nómina otras cuestiones. Al grancanario se le dio poderes para hacer la plantilla a su gusto y para seleccionar qué jugadores quería firmar así como qué jugadores se tenían que marchar, aunque no todos los fichajes fueron obra suya.
Lo que está claro es que esta temporada todo lo que Las Palmas ha tocado le ha salido rana, un aspecto del que no se escapa ni el propio Jémez. Este domingo se va a cumplir una vuelta desde que llegase a la entidad y el resultado ha sido completamente para olvidar. Aun así, como el propio entrenador ha comentado en más de una ocasión tiene que asumir su «responsabilidad» ante este fracaso amarillo.
El búnker de El Hornillo
Además, una de las cuestiones que siguen sin tener explicación es el absoluto misterio alrededor de lo que sucede durante los entrenamientos de la UD Las Palmas. Cuando Jémez llegó a la isla dijo que sí, que iba a dejar que la prensa y los aficionados pudiesen estar durante algunas sesiones, pero no ha sido así. De hecho, ni con el equipo ya descendido ha abierto las puertas de las instalaciones de Telde.