La UD vuelve a resucitar a los muertos y despeja la duda

Cala, hoy en Alcorcón / LFP.es


El Alcorcón, que llevaba en capa caída desde diciembre, da un golpe de realidad a una UD Las Palmas que ya no aspira a nada. Sigue defraudando el equipo de Paco Herrera.

Lejos. Muy lejos está esta Unión Deportiva Las Palmas de play-off. En números y sensaciones. Si bien en casa parece un equipo fiable, fuera de casa es un equipo endeble, lleno de miedos, absolutamente anodino.

Herrera pensó en que dio con la tecla ante un Sporting de Gijón venido a menos, y ya se sabe: para el débil cualquier mínimo vestigio de claridad es un destello. Hoy en Alcorcón volvió a darse un golpazo. A 7 puntos de play-off cada caída parece definitiva.


No hizo un mal partido el conjunto grancanario, fue sólido hasta el penalti de Lemos –dudoso, pero se arriesgó el lateral gallego– pero luego se derrumbó. Parece no tener ideas en ataque, quizá porque en el medio el fútbol es nulo. Quizá.

Únicamente Galarreta es capaz de ofrecer algo de luz en medio de las sombras que deja el resto, incapaz de combinar, y excesivamente individualista.

Algo hacía pensar que el Alcorcón, con tres derrotas consecutivas y 5 puntos de los últimos 33, iba a despertar ante una UD acostumbrada históricamente a ser una hermanita de la caridad. Un estereotipo tan manido que asusta. La realidad volvió a dar la razón a aquellos que cada vez ven al equipo con más pesimismo. Esto no hay quién lo levante. Herrera y su mindfulness, tampoco.