En Las Palmas, el fútbol no es solo una pasión… es casi una forma de vida. Y últimamente, el club ha redoblado esfuerzos para preparar a sus futuros talentos. No solo se enfocan en que jueguen bien — van más allá. Les enseñan a cuidarse, a pensar, a usar la tecnología a su favor… todo.
Ya no basta con correr y pegarle fuerte
Porque claro, tener talento ayuda — pero hoy, con tanta competencia, no alcanza con eso. En el club lo saben muy bien. Por eso están apostando por una formación más completa, más redonda. No solo es físico, también es mental, emocional… y hasta digital.
Y no es algo “de moda”. Lo están haciendo en serio. Usan herramientas que antes solo se veían en equipos grandes. Mira, hay sensores que miden cómo se mueve un jugador, cuánta energía gasta, si está al límite o si puede dar un poco más. Todo eso lo analizan día a día.
Tecnología, pero útil de verdad
No es tecnología por tecnología. Acá la usan con sentido. Por ejemplo: después de un partido, los chicos pueden ver los videos en su móvil, analizar sus movimientos, las decisiones que tomaron, qué hicieron bien o dónde se colgaron un poco. Así es mucho más fácil aprender.
Además, con los dispositivos wearables —esos relojes o sensores que llevan puestos— registran desde la frecuencia cardíaca hasta la velocidad de reacción. Cosas que ni el entrenador más atento podría notar en el momento. Y con eso, ajustan cargas de entrenamiento para que nadie se lesione por exceso.
La inteligencia artificial: ese “entrenador invisible”
Una de las cosas más sorprendentes que están haciendo es usar IA para revisar jugadas. Y no, no es ciencia ficción. Con esos sistemas detectan patrones que al ojo humano se le pueden pasar por alto.
Ojo, no es que reemplace al entrenador. Pero sí ayuda a afinar. Por ejemplo, si un jugador siempre duda en el área, la IA lo puede señalar y dar ideas para trabajar eso. Incluso combinan estos datos con los reconocimientos médicos para entender el cuerpo de cada chico y evitar problemas futuros.
No todo es fútbol: también hay que cuidar la cabeza… y los datos
Algo que no se ve tanto, pero que importa muchísimo, es la parte digital. Estos chicos están todo el día conectados — redes sociales, plataformas del club, chats… Y ahí también hay que enseñarles a protegerse.
En Las Palmas les hablan de privacidad, de contraseñas, de no caer en trampas. Cosas básicas, pero que muchos aún no manejan. Usan herramientas como VPN provider y otras plataformas seguras para asegurarse de que la información de los jugadores no ande dando vueltas por ahí.
Y no solo para los jugadores. Los fans también — si vas a seguir a tu equipo online, mejor hacerlo con seguridad. Nadie quiere que su info quede expuesta por estar viendo estadísticas o repeticiones.
Además, se está trabajando también en educar a los jóvenes sobre buenas prácticas de ciberseguridad, para que puedan reconocer riesgos y tomar decisiones informadas cada vez que interactúan en línea.
Prepararlos para algo más grande
Al final, todo esto tiene un solo objetivo: formar jugadores completos. Que sepan jugar, sí, pero que también estén listos para lo que viene después. Porque el fútbol profesional exige mucho, y no solo en lo físico.
Así que en Las Palmas están apostando por el futuro, sí, pero también por el presente. Y estos chicos, con todo lo que están aprendiendo, tienen todas las fichas para dejar huella.