En el tema extradeportivo, que encabeza Manuel García Navarro, el tema está «stand by» e incluso «esta tarde me reuniré con Nicolás Ortega, Patricio Viñayo y Mario Ghosn para analizar» la propuesta que mandó el ex presidente a la entidad de Pío XII, la semana pasada.
«Una de las cosas de que pide Navarro en ese escrito es la estricta confidencialidad, cosa que no podemos cumplir con ello» aunque Miguel Ángel Ramírez «espera que no sea motivo para romper futuras negociaciones». La entidad amarilla lo tiene claro, «nunca va a ocultar a su afición lo que alguien pretende», en este caso, Navarro.
Porqué se pide la confidencialidad es una de las dudas que azota a la afición, algo a lo que Ramírez contesta: «Para que el aficionado no vea la cantidad de despropósitos plasmados en un documento. Cuando los aficionados conozcan que es lo que dice ese contrato, entonces entenderán porque quería que fuera confidencial».
Lo único que a día de hoy está claro es que «Manuel García Navarro no se va a sentar más en el palco» aunque «no es cuestión de que sea declarada persona ‘non grata’. Él no va a tener su asiento en el palco por lo menos mientras su actitud sea como la que está siendo hasta ahora».
