Los nueve goles recibidos en las dos últimas visitas al campo del Girona pesan sobre la memoria de los aficionados de la Unión Deportiva. Montilivi se ha convertido en los últimos tiempos en uno de esos estadios con mal fario para Las Palmas, algo que los jugadores esperan resolver este fin de semana.

Cinco partidos ha disputado Las Palmas como visitante ante el Girona desde que el conjunto catalán ascendiese a la categoría de plata del fútbol español en 2008. El balance de esos encuentros para el equipo insular es de una victoria, dos empates y dos derrotas. Especialmente dolorosas esas dos derrotas ya que han sido los resultados de las dos últimas temporadas y debido a que ambas se saldaron con una goleada favorable al Girona.
Hace dos temporadas, con Juan Manuel Rodríguez al timón de la plantilla, la Unión Deportiva perdería un partido que ganaba por 0-2 en el minuto 38 de la primera parte –ambos tantos obra de Vicente Gómez-. Una sensacional actuación individual de Corominas servía para dar la vuelta al encuentro y dar la victoria al Girona por cuatro goles a dos en su feudo.
El pasado año, más de lo mismo. En medio de la crisis deportiva que vivía el conjunto de Sergio Lobera, cuestionado ya en ese momento sobre si debía continuar en el cargo, el Girona le endosó una ‘manita’ al colectivo amarillo. Posteriormente, en la segunda vuelta, Las Palmas le devolvería esos cinco goles en el Estadio de Gran Canaria.
Esta vez la situación es parecida a la que rodeaba a la entidad grancanaria el pasado año, aunque con notables diferencias. Las victorias ante Sabadell y Real Jaén han dado un soplo de aire fresco frente al mal inicio de temporada que atravesaba el equipo, justo en el momento en el que Las Palmas afronta dos partidos fuera de casa. El primero de ellos será en Montilivi el próximo domingo ante un rival que ya asoma por los puestos altos de la clasificación y que apunta a repetir el gran papel que ya mostró la pasada campaña.
Una plantilla que aspira al ascenso como la de la Unión Deportiva, a la que además se presupone que es la mejor de la categoría, ha de asumir el reto de lidiar con los viejos fantasmas que les persiguen. Cambiar la imagen dada en el campo del Girona en los últimos años, debe ser el primer paso.