ANÁLISIS DEL RIVAL | El Girona ha aprendido la lección. En época de crisis, nos dicen que tenemos que hacer más con menos y el club de Montilivi lo ha conseguido. Además, con éxito. Hace un año, recortó su presupuesto a la mitad y, sin embargo, firmó la mejor temporada de su historia –sólo le faltó superar al Almería para ascender a Primera–. Ahora, aún es pronto para aventurarse con pronósticos, pero no cabe duda que el arranque liguero genera esperanzas.
Después de cinco jornadas, el Girona está instalado en la zona noble de la clasificación, con diez puntos de quince posibles. Exactamente el mismo balance de la temporada pasada por estas alturas. Y eso que el verano no ha sido nada fácil. El entrenador, Rubi, se fue al Barça, Javi Salamero volvió como director deportivo y a la semana se marchó para entrenar al Sabadell, algunos de los mejores jugadores –Acuña, Benja, Tébar, Luso…– tampoco siguieron y los refuerzos fueron escasos.
La plantilla es más corta, pero da la sensación que mantiene la unidad del vestuario, que es mejor en defensa –la juventud de Iván López, Ramalho, Juncà y Carles Mas se mezcla con la veteranía de Migue y David García–, que ha encontrado alternativas en el medio campo –Richy se ha adaptado a la nueva posición y Timor es, de momento, el mejor fichaje– y que está bien dirigida por el nuevo entrenador. Ricardo Rodríguez es joven, conoce la casa y garantiza continuar con el modelo.
Felipe, el referente
Las comparaciones con la magnífica temporada pasada son inevitables. Sobre todo si nos fijamos en la delantera. Una de las claves fue Javi Acuña. Con la lesión de Benja, el paraguayo hizo un paso adelante y se convirtió en el máximo goleador del equipo. Sin él, la secretaría técnica tenía que buscarle un sustituto, pero no lo encontró. Sin dinero, no hubo delantero. El veterano Chando fue el único nueve que llegó, un jugador que apuntaba más a recambio de Ion Vélez en el banquillo que a titular indiscutible.
El nuevo Acuña ya estaba en el equipo. Felipe Sanchón ha llevado el peso ofensivo del Girona en estos primeros partidos. Ha metido tres goles en liga y remontó él solo la primera eliminatoria de Copa contra la Ponferradina (2-1). Y lo más importante, cuando tiene el balón, el equipo sabe que pueden suceder cosas. Un efecto que hasta ahora sólo pasaba con Jandro. El mediapunta asturiano continúa en Montilivi, pero está lesionado y no tiene fecha de recuperación, igual que Chus Herrero y Moisés Hurtado, dos puntales en la defensa y en el centro del campo, respectivamente.
Si el Girona es capaz de mantener este nivel sin estos tres jugadores, cuando vuelvan no tendrá límite. Mientras tanto, que los que están sigan trabajando. Con ambición y humildad a partes iguales. Como hasta ahora.
David Planella
MontiliviDigital.cat
