La locura del derbi canario, por Nauzet ROBAINA



OPINIÓN | Era lunes y decidí ir al Estadio a retirar la entrada de abonado de mi padre para no tener que andar con prisas el último día. Hacía tiempo que no hacía cola en una taquilla para retirar una entrada y casi había olvidado que a pesar de que se abren dos ventanillas, se hace una fila única. Así que me puse allí, detrás de unas quince personas que habían llegado antes que yo. Lo sorprendente es que poco minutos después, detrás de mi había ya otras diez. Las cosas que consigue un derbi…

Mientras estaba allí no podía dejar de observar a dos de las personas que estaban en la cola. Primero, porque eran las que estaban inmediatamente delante de mi y, segundo, porque la pose de aquella pareja me resultó graciosa desde que la vi. Él no dejaba de mirar al Estadio, al cartel de «no quedan entradas para no abonados en la grada naciente», a la lista de precios y hasta a la publicidad de la campaña de abonados que hay en la puerta de acceso a Piomanía dónde el eslogan «conocemos el camino» se me antojó más acertado que nunca viendo que el camino del sufrimiento es el que ha vuelto a escoger la Unión Deportiva en su objetivo de ascender a Primera. Ella, sin embargo, no parecía tan entusiasmada como él. Tenía la cabeza gacha y los brazos cruzados, como si algo estuviese rondando sus pensamientos. Y entonces lo soltó: «¿De verdad vas a gastarte 50 euros en dos entradas para ver a 22 tíos corriendo detrás de una pelota?», preguntó. No pude evitar reírme. No sé si ella llegó a escucharme pero él se giró y me esbozó una sonrisa cómplice que yo interpreté como un «ella no lo entiende». Fue entonces cuando decidí que algo así debía ser contado.

El partido que se disputa el próximo sábado en el Estadio de Gran Canaria no es un simple partido. Ni siquiera es un derbi cualquiera. Probablemente estemos ante el encuentro entre la Unión Deportiva Las Palmas y el Club Deportivo Tenerife con más expectación de los últimos años. Nunca antes en el último lustro habían estado ambos tan igualados en la clasificación luchando por un objetivo tan ambicioso como el ascenso a la máxima categoría. No será un derbi más, no serán sólo tres puntos. Es la oportunidad, para ambos, de dar un golpe de efecto de cara a sus opciones de alcanzar al Eibar a medida que dejan al máximo rival sin apenas opciones de llegar a la segunda plaza.


Además, el 3-0 de la primera vuelta en el Heliodoro aún escuece por estos lares y el ánimo de revancha desborda el cuerpo del seguidor amarillo. Porque el derbi dura más de noventa minutos. El derbi empieza el lunes antes con las primeras bromas entre amigos tinerfeños y grancanarios y acaba meses después de que el árbitro pite el final del partido. De hecho, creo que el partido del Heliodoro aún no ha terminado para algunos.

El mismo lunes por la noche se conocía que ya se han retirado un total de 11.000 entradas para el partido. A falta de cinco días para que se juegue, ya es seguro que el Estadio tendrá más afluencia de público que la media de todos los partidos de la temporada. Será una fiesta del fútbol canario que unos tratarán de olvidar lo antes posible y que otros guardarán en su retina durante bastante tiempo. Me acuerdo ahora de ese chico de la fila y de su sonrisa. De momento hay 11.000 locos como él que entienden que lo del sábado es algo más que 22 hombres corriendo detrás de una pelota.
[box size=»large»]nrobaina_200por Nauzet Robaina
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