Fin al culebrón de Alberto. El guardameta catalán, que hace dos días estaba dispuesto a desvincularse del Sporting de Gijón para firmar por cuatro temporadas por la Unión Deportiva Las Palmas, ha dado un giro en los acontecimientos y finalmente confirma que se queda en Gijón.
«El mes ha sido largo, ha sido difícil por el mero hecho que acabó la temporada, me encuentro en la situación que clubes importantes de la categoría se interesan por tus servicios, mi año fue difícil en cuanto a lo deportivo y se plantea una serie de cuestiones en cuanto a mi futuro. Llegó hacia su final hace un día y medio y la decisión final es que continuará en el Sporting de Gijón». Son las palabras de Alberto García que este jueves ha dado por cerrado el culebrón sobre su salida. Era el portero preferido por la Dirección Deportiva de la Unión Deportiva Las Palmas, con el cual se tenía un acuerdo verbal para firmar por cuatro temporadas. Finalmente, se queda en Gijón.

En la rueda de prensa celebrada en Mareo, admitió que «nunca me he ido [del Sporting], un jugador nunca se va cuando ha entrenado todos los días. Una persona no está fuera cuando tus compañeros te eligen como capitán, ayer fue uno de los días más difíciles como profesional. Hasta mi familia sufre, hay mucha incertidumbre y después de un mes sí es cierto que se hace más largo. Sobre todo en el día de ayer me sorprendió en la cuantía de gente que me ha mostrado mucho cariño», dijo, como argumento para decidir finalmente quedarse en el Sporting.
«Antes de ayer hubo un momento que decidí terminar con este culebrón [por la mañana desde Asturias se informaba de un acuerdo para rescindir su contrato, pero finalmente por la tarde cambió de opinión]. Sé el escudo que represento, sé en la institución en la que estoy. El año pasado no cumplí los objetivos personal que quería. Aquí me he sentido muy valorado. Al final las decisiones llegan solas», afirmó, valorando que su relación con el Pichu Cuéllar no tuvo nada que ver para meditar buscar otro destino, ni siquiera el tema económico.
Preguntado directamente por la competencia que ofrecía Raúl Lizoain en la Unión Deportiva Las Palmas para decidir quedarse en Gijón prefirió no entrar a valorarlo directamente. «Es que no estoy allí», manifestó, «en el supuesto de lo contractual es que al fin y al cabo no llegué a valorar los impactos de un sitio y otro. El impacto que me pudo suponer quedarme o irme no lo valoré. Considero que el cambio era por otras circunstancias distintas, cuando entras en un proceso negociador, y creo que empiezas a estar de acuerdo en los temas contractuales, mi impacto no era un problema para estar en este club», dijo. «Se habla de Las Palmas pero se podría hablar de muchos más equipos, llegó un momento [con respectos a los salarios] en el que podía ser muy paralelo», concluyó. La Unión Deportiva ha activado su plan b para incorporar cuanto antes a un portero, si bien Paco Herrera ya ha dado su bendición a Raúl.