CONTRACRÓNICA | La Unión Deportiva Las Palmas de esta temporada no tiene complejos, no cree en campos malditos, ni estadísticas negativas y sólo piensa en alcanzar cuanto antes el ascenso a Primera División que le arrebataron de las manos. En el José Zorrilla de Valladolid el equipo de Paco Herrera dio una lección magistral de fortaleza física y, sobre todo, mental para dar la vuelta a un partido que se había puesto en contra después del gol del rival justo antes del descansos, un tanto de los que se denominan psicológicos por el impacto y la trascendencia que conlleva el minuto en el que se consigue.

Se había comentado, y mucho, a lo largo de la semana los malos números que la Unión Deportiva tenía como precedentes en el recinto vallisoletano, donde nunca había sido capaz de vencer. Sin embargo, este grupo de futbolistas que en otros tiempos daban valor a los datos estadísticos se ha rebelado este domingo contra los números y las maldiciones. En un duelo directo por la primera plaza de la clasificación, Las Palmas ha vencido a un Real Valladolid en cuya plantilla hay más de una decena de jugadores con nivel de la máxima categoría.
Había sido un partido muy trabado durante la primera media hora de juego. Los amarillos salieron con una propuesta valiente presionando al rival muy arriba, tal y como hicieran en Montilivi ante el Girona. No obstante, en esta ocasión no tuvo la clarividencia de aquel día y no pudo ponerse por delante en el marcador. El equipo de Rubi reaccionó con el paso de los minutos y tuvo las mejores ocasiones del encuentro durante el primer acto aunque tampoco encontraban el premio del gol. Tuvo que ser en un contragolpe, con Las Palmas teniendo a la mayoría de sus efectivos en ataque, cuando el Valladolid anotase el tanto que les daba la ventaja justo antes del intermedio. Jeffren inventó y Óscar Díaz finalizó para poner cuesta abajo el choque para los intereses del cuadro local.
Todo apuntaba a que el conjunto blanquivioleta iba a salvar los tres puntos ante la visita del líder, pues en el comienzo de la segunda parte y con la entrada del veloz Mojica por el perfil izquierdo, fue el Valladolid quien más peligro generada. Pero apareció el gen competitivo que Paco Herrera ha implantado en el ADN de esta Unión Deportiva Las Palmas para evitar un mal desenlace. Roque forzó un penalti y Momo lo transformó como suele ser habitual cada vez que ejecuta desde los once metros.
Con el empate Las Palmas se quitó de encima una tremenda losa y se liberó por completo en busca de la victoria, sin complejos. Guzmán y Vicente fueron los dos hombres elegidos por el técnico del combinado grancanario para agitar al rival y la idea funcionó. El mediapunta de Schamann apareció desde atrás para rematar a la red una jugada majestuosa de Sergio Araujo, que cuando no marca los reparte.
El triunfo cosechado sirve para que los insulares se disparen en la clasificación y se coloquen como líderes en solitario, a expensas de lo que haga el Girona en su partido correspondiente, pero también es una muestra de que este curso la Unión Deportiva Las Palmas es un equipo tremendamente fiable tanto en casa como fuera. No en vano, ha puntuado en el Villamarín, Son Moix, Montilivi y Zorrilla. Los amarillos son una máquina de conseguir puntos que no espera por nadie.