El héroe del ascenso. El killer amarillo. Sergio Araujo cierra el año 2015 como uno de los ídolos de la afición gracias a sus goles, su entrega y la conexión que se encendió ya desde antes de llegar el argentino a Gran Canaria en verano de 2014. El ex de Boca Juniors ya quedará para siempre en la historia amarilla con su gol para el ansiado regreso a Primera División. Lo lleva tatuado en la piel y no es para menos. El 21 de junio de 2015 ya forma parte de la leyenda amarilla como uno de los mejores días de la historia reciente de la UD Las Palmas.
Llegó con el objetivo de hacer olvidar el fiasco ante el Córdoba y, de paso, encontrar la estabilidad tras etapas poco fructíferas en el filial del Barcelona, Tigre y al no ganarse la confianza de los técnicos en Boca. Y vaya si lo ha hecho, hasta el punto de hacer desembolsar en junio la suma de 2,5 millones de euros a Las Palmas por su traspaso. Algo histórico si se atiende a las penurias económicas que ha padecido la UD en su época reciente.
Pero el 2015 no ha sido un camino de rosas para Sergio Araujo. Pocos se hubieran imaginado que el argentino pasaría casi tres meses de sequía anotadora después de su brillante actuación, con doblete y asistencia, ante el Real Zaragoza en aquel partido de las tres expulsiones. Tampoco imaginaba el conjunto maño que estaba ante su mayor pesadilla en el año que empezaba. Hasta 10 partidos estuvo sin ver puerta, coincidiendo con una mala racha de juego y resultados del equipo amarillo que le llevó a perder el liderato y complicarse el ascenso.
Se hizo esperar, pero el gol de Las Palmas volvió a llevar la firma del de Neuquén, algo que no pararía de repetirse en el tramo final de temporada. Estuvo diez partidos sin marcar, pero en la siguiente decena de partidos, justo antes de encarar la promoción de ascenso, hizo otros 10 goles, quedándose sin ver puerta sólo en dos de esos partidos. El Araujo más goleador había vuelto para quedarse.
Decisivo en la promoción de ascenso
Y llegó la siempre temida promoción de ascenso, de tan cruel e infame recuerdo para Las Palmas los dos veranos anteriores. Y allí volvió a vivir una montaña rusa el argentino, aunque resultó decisivo en las dos eliminatorias. Primero había que vérselas con otro de los favoritos, el Valladolid, al que Araujo le amargó la ida en Zorrilla con un tanto nada más iniciarse el encuentro. Pero en la vuelta tuvo un día para olvidar y, pese a disponer de infinidad de ocasiones -un penalti ante un portero improvisado en la recta final incluido-, su falta de puntería de cara a gol tuvo a la grada con el corazón en un puño hasta el pitido final.
Superado el Valladolid tocaba el Zaragoza, ese equipo que como la Ponferradina tan bien se le dio al ariete haciendo goles en ambos enfrentamientos ligueros. No obstante, el argentino pasó desapercibido en La Romareda y volvieron viejos fantasmas a la parroquia amarilla. Tocaba echar el resto en Gran Canaria, remontar el 3-1 adverso y devolver a Las Palmas donde históricamente le correspondía. Y desde el inicio ya se vio que tenía que ser el día de Araujo. Lo intentaba de mil maneras pero siempre se encontraba con Bono. Sólo faltaba un gol y el reloj corría en contra de los amarillos. Entonces a falta de seis minutos Jonathan Viera botaba una falta desde 40 metros, el resto ya forma parte imborrable del recuerdo del aficionado amarillo.
Ortuño se adelantó a Bono y peinó un balón que rescató con el corazón y mucha fe Aythami. El cuero voló sobre el marco maño… y Araujo casi sin ángulo ni hueco, a la heroica y con suspense, lo alojó en la red y en la historia reciente de la Unión Deportiva Las Palmas. Un gol que hizo vibrar a toda una isla y dejar en el olvido lo acontecido en esa misma portería 364 días antes. Era el día del argentino y se encargó que así lo fuera, siendo además el poseedor del balón cuando el silbato sonó y se confirmó la realidad más anhelada, Las Palmas volvía a Primera División. Sergio Araujo ya era el último héroe de la UD conocido hasta la actualidad.
Interés de potentes equipos europeos
Prometió 25 goles y fueron exactamente los que hizo. Ello trajo consigo su inclusión en el Once ideal de la temporada en la Liga Adelante, así como el firme interés de algunos equipos europeos de prestigio en hacerse con sus servicios. Especialmente interesado se mostró el Palermo italiano, quien veía en Araujo el sustituto ideal de Paulo Dybala, recién traspasado a la Juventus. Fue entonces cuando la UD Las Palmas demostró su total apuesta por el argentino, por el que deslizaron que se llegó a rechazar hasta una oferta cercana a los 13 millones de euros. Araujo había firmado por la UD hasta 2020 y era, junto a Jonathan Viera, la piedra angular en torno a la que iba a girar la plantilla del regreso a la élite del fútbol nacional.
En estos más de cuatro meses desde que comenzara la liga en Primera, Sergio Araujo no ha podido sacar a relucir su idilio con el gol, hasta el punto de declarar que no era un goleador y sus registros en Segunda habían sido cuestión de suerte. Sin embargo, el argentino, héroe del ascenso, ha puesto su firma a otros dos momentos simbólicos para la UD en la temporada. Fue el autor del primer gol amarillo en su regreso a la élite, en Balaídos; y también ha marcado y contribuido de forma directa a la victoria en el último encuentro del año, en la misma portería en la que hiciera el gol del ascenso. Por si no fueran pocos paralelismos, entre el gol de Lombán en propia puerta tras recuperación marca registrada de Araujo en línea de fondo y el gol de Nauzet Alemán ante el Zaragoza, con idéntico origen y asistente, han pasado 353 días. El argentino ha terminado el año como lo empezó, goleando, asistiendo, luchando y contribuyendo a victorias de la Las Palmas.
En total, los registros de Sergio Araujo durante 2015 se resumen en 43 partidos jugados, siendo titular en 41 de ellos (22 en Segunda, cuatro en promoción de ascenso y 17 en Primera); 17 goles de los que hizo 14 en Segunda entre liga y playoff y 3 en Primera; y 7 asistencias, cuatro de ellas en la Liga BBVA. Es ya un icono y uno de los referentes de la actual UD Las Palmas gracias a su 2015 de auténtico ensueño. Pese a los momentos de dudas, de falta de fortuna y de críticas, Sergio Araujo ha sido el jugador del año en el equipo amarillo. El autor del gol del ascenso, un tanto cuyo grito todavía resuena en las gradas del Estadio de Gran Canaria.