
No quisiera pensar mal, pero solo puedo llegar a la conclusión de que hay degenerados en todas partes, incluso en el gremio de los diseñadores de objetos infantiles.

Lo del interruptor es la ostia!

Muy ilustrativa y clarificadora la ilustración que figura en este libro escolar. Parece un interesante intento de comparar el aparto locomotor de los caballos y de los humanos.

Aunque puede resultar ofensivo para algunas personas, yo no puedo evitar sonreír ante la idea de colocar en el recibidor de mi casa este colgador con la forma de Jesucristo, tomar la chaqueta de mi invitado y, sacrílegamente, dejarla colgada ahí.
Éste, sin comentarios...
