El centrocampista de Las Palmas Atlético es el único jugador del equipo filial que ha disputado todos los partidos de la presente temporada a las órdenes de Josico, siendo además titular en todos ellos.
Ale Rivero y diez más. Algo así debe pensar el cuerpo técnico de la vela chica en las horas previas a un partido o , al menos, así ha sido desde que comenzó el ciclo futbolístico ya que sólo el mediocentro de 22 años ha salido desde el inicio en todos los partidos que ha jugado el filial hasta el momento.
Renovado por una temporada – con opción a dos más – a lo largo del pasado verano, Rivero se ha convertido esta campaña en uno de los pilares básicos de Las Palmas Atlético para cumplir con el objetivo de realizar un curso tan bueno como el del año anterior. Josico le ha entregado el timón del equipo y de momento ha jugado todos los minutos posibles, a excepción de la última media hora del segundo tiempo en el partido ante la UD Socuéllamos, cuando fue sustituido por Pedro.
Es quien se encarga del trabajo sucio: estar bien posicionado, recuperar balones y entregarlo para que la línea de tres cuartos invente las ocasiones de gol. No es, por tanto, el jugador más vistoso o llamativo de los que componen la plantilla pero su trabajo es vital para que el resto de la maquinaria funcione a la perfección.
Este año, su papel principal en el proyecto contrasta con el rol de jugador de rotación con el que contó durante el periodo anterior. De hecho, con sólo 16 jornadas disputadas ya ha jugado más que en toda la temporada pasada. Una cifra lógica teniendo en cuenta que hasta el momento la titularidad es exclusivamente cosa suya.
