Vuelve un trofeo que nos ha dado algunas alegrías, la Copa del Rey es el último campeonato nacional donde llegamos a la final. Yo era un niño asomado a la grada del Bernabéu, y mientras todo el campo aplaudía a las estrellas como Cruyff o Neeskens, yo admiraba a Morete-gol, Carnevali bajo los palos y Brindisi, con su juego elegante.
También jugaba el gran Roque. Abril de 1978, un país joven con un rey joven. Ahora que se habla de otra Unión Deportiva gloriosa, tenemos el reto de la Copa de SM El Rey.
Siempre nos ha descubierto jugadores como sucedió con Raúl Lizoaín o Wakaso el año pasado, nombres que aprovechan su oportunidad y luego brillan en LaLiga. Que empiecen las rotaciones y la lucha por la titularidad, vivamos hazañas como la de eliminar al Valencia con Valdano, o remontar lo imposible.
Tenemos jugadores que merecen entrar en la historia: Viera, Boateng, Roque, Araujo… Entre copas está la fiesta. Este año ningún equipo ha demostrado que nos gana a doble partido, ni Sevilla, ni Madrid, ni Villareal… hay motivos para la ilusión. Alzo mi copa por un gran trofeo, y ojalá lleguemos lejos. La clave es ser ambiciosos. A por todas, sí se puede. Primera parada Huesca.
por Javier Fernández de Angulo
Editor de la revista Gentleman en México
Ex director de GQ, y subdirector de ELLE y VOGUE en España
