La UD Las Palmas ha demostrado haber recuperado el gol que se le negó durante varias jornadas, pero incide en un mal que sí ha tenido toda la temporada: los problemas en defensa. El Espanyol hizo daño cada vez que quiso y se encontró numerosas facilidades. El equipo canario tiene serios problemas en la retaguardia.
Vuelta a las andadas, como cada 15 días o al menos ante equipos que no están metidos en zona europea. Sólo había pasado un minuto de juego y la UD ya estaba por debajo en el marcador. De forma incomprensible, David López entra sin ninguna oposición hasta el punto de penalti para probablemente hacer uno de los cabezazos más fáciles de su carrera en área rival. Mal empezamos. Error de atención y marcaje, y otra vez a remolque fuera de casa.
No obstante la UD no se descompuso y, ante un Espanyol que cedió toda iniciativa y se sintió cómodo jugando a la contra, los amarillos por momentos llegaron incluso a embotellar a los pericos. Pero fue de la forma más inesperada como llegó el empate, con un remate lejano que además contó con la colaboración de Diego López.
Hasta ese gol, el Espanyol sólo se había asomado a la portería de Raúl una vez en una contra tras robar un balón en campo amarillo. Salvó el grancanacio, pero el conjunto de Sánchez Flores estaba muy a gusto sin la necesidad de agobiar a la UD. Pero llegó el gol de Lemos y, con suma facilidad, los pericos subieron líneas y volvieron a hacer temblar a Las Palmas. Hacían daño cuando y como querían sin que la defensa amarilla pudiera imponerse. Así, justo antes del descanso, otro mazazo con resbalón de Hélder Lopes y un repliegue mejorable.
Otra vez a remolque y otra gran respuesta amarilla, nuevamente por medio de Lemos ahora de cabeza. ¿Qué pasó inmediatamente después? Pues lo mismo. Nuevamente el Espanyol fue un poco más ambicioso y encontró premio sobre la marcha. Caicedo gana por potencia a un David García demasiado blando y se planta ante Raúl. Penalti y gracias a la nueva norma que indica que ya no se castiga con tarjeta roja al infractor si al cometer la acción va en busca del balón.
No fue el último regalo defensivo. Gerard Moreno desnudó nuevamente a la defensa con un pase filtrado a la espalda de la defensa que, además, pillaba a Bigas rompiendo el fuera de juego y posibilitando el cuarto gol, con la firma de Jurado. Demasiados regalos para pretender sacar algo lejos de Gran Canaria ante un Espanyol que hizo el daño que quiso sin oposición.
La UD vuelve a tener pegada arriba y suma once goles en sus tres últimos encuentros. Sin embargo, en ese mismo periodo de tiempo ha recibido nueve y sólo le ha dado para sumar cuatro puntos. De poco sirve hacer buenas cosas en ataque si en tareas defensivas no se tiene el mismo acierto.
Cierto que hubo un penalti no señalado que podía haber propiciado el empate y que, por juego, los amarillos no merecieron perder. Pero los errores se pagan y la UD Las Palmas -con un partido más- es el quinto equipo más goleado de Primera sólo por delante de los del descenso y el Valencia. Romper la mala racha lejos de Gran Canaria es muy difícil cuando hay tantos disparos en el propio pie.
