No hay manera. Esta UD se resiste a darle un respiro a su afición. Un respiro en forma de buen juego y victoria ante un rival que se presentaba como el ideal. Tras la victoria en Vigo, alcanzar los 47 puntos en casa hubiera supuesto la permanencia casi definitiva para pensar ya en el año próximo.
La buena noticia llegó desde Vitoria, donde el Alavés se niega a mantenerse en Segunda al empatar contra el Eibar, lo que provoca que la UD aguante con un colchón de 7 puntos y cinco equipos de por medio.
Tras una temporada muy irregular, la UD se presentaba en el Gran Canaria con la firme intención de superar a un equipo desahuciado en la parte baja de la tabla como el Alicante. La realidad resultó muy diferente. Ni victoria, ni mucho menos buen juego.
El conjunto alicantino actuó sin presión. Se dedicó a triangular con descaro en campo contrario, liderado por un espléndido Abel Buades, y se mostró firme en la zaga. Vidales salió con la variante del 4-4-2. Rondón acompañó a Marcos Márquez en punta en lugar de un Saúl que ha brillado mucho más que el venezolano durante el año.
Rondón tuvo la primera ocasión de los amarillos pero no alcanzó a puntear un balón suelto. Por entonces, el Alicante ya se había hecho con el dominio y Peragón y Azkoitia merodeaban con peligro el área de Santamaría. El primero de ellos, a la media hora, cabeceó una falta lateral a la escuadra con el permiso de una despistada zaga amarilla.
De forma inmediata, la UD se acercó al empate con un disparo de Márquez a centro de Pablo y, en la contra, el Alicante pudo hacer el segundo. En medio de la mediocridad, se llegó al descanso.
Vidales movió ficha. Pitu entró por Rondón y regresó al 4-3-3 pero, a los ocho minutos, Saúl salió por Nauzet y el equipo se volvió loco. No hubo ni táctica ni ideas. La UD no jugaba a nada. Le robó el balón al Alicante, que se sintió más cómodo aguantando en su campo, pero no sabía de que manera llevarlo al área rival.
El único recurso resultaba ser centros al área desde las bandas que nunca encontraban su destino. Y las jugadas a balón parado. En una de ellas llegó la tercera y última ocasión amarilla. Un cabezazo de Saúl que se fue junto al palo de Queco Piña.
El Alicante se sentía cada vez más agusto y, ante el riesgo que tomó Vidales al jugar con tres defensas, Santamaría tuvo que aparecer. El guardameta navarro salvó hasta dos mano a mano y vio luego como un balón se estrelló en el larguero. Incluso mereció más el Alicante, que disfrutó de un plácido partido para seguir soñando con su permanencia. La de Las Palmas, en tanto, tendrá que esperar. La próxima oportunidad, en Albacete.
LA FICHA DEL PARTIDO:
UD Las Palmas: Santamaría, Juanpa, David García, Samuel, Dani López (David González, min. 70), Miguel García, Jorge, Nauzet (Saúl, min. 54), Pablo Sánchez, Rondón (Pitu, min. 46), Márquez. Entrenador: Javier Vidales.
Alicante: Queco Piña, David Malo, Blanco, Buades, Fernando (Ismael, min. 67), Urbano, Francisco (Tito, min. 80), Germán, Azkoitia, Torrecilla, Peragón (Pedro, min. 71). Entrenador: Granero.
Goles: 0-1, min. 32: Peragón.
Árbitro: Melero López (colegio andaluz). Tarjeta amarilla: Blanco (min. 15), Fernando Béjar (min. 25), Pitu (min. 62), Queco Piña (min. 66), David González (min. 90), Jorge (min. 91), Azkoitia (min. 91).
Incidencias: 8.420 espectadores acudieron al Gran Canaria.