«En el debate que siempre se ejerce sobre David González, totalmente hamletiano, se ha abierto un nuevo capítulo. Y es que llama la atención verlo situado junto al mediocentro repartiendo el juego desde tan atrás. Y el resultado ha gustado muchísimo. Queda la sensación de que ha llegado alguien que ha entendido al mayor genio incomprendido que ha vestido la camisa amarilla: adorado por la afición, nunca ha jugado de forma regular. Nadie hasta ahora ha apostado decididamente por él ni ha aprovechado esos recursos únicos y valiosísimos que posee ni le han pulido los defectos para que explote todas sus virtudes».
Leer más en el blog «De tanto sufrir…»