Hay que hacer caso a los mayores



Pablo Checa, periodista del Diario AS

Pasan los años y, ahora que los niños me acompañan y no soy el pequeño que se va con los adultos, entiendo una frase que me repetían mis padres cuando era un pibe. “Hazle caso a los mayores”, decían. Y yo, claro, no siempre actuaba así. Por fortuna, los niños que ahora hacen de la UD Las Palmas el equipo de moda son más obedientes que este humilde periodista, y por eso, siendo tan obedientes, les va tan bien.

Afortunadamente, los futbolistas más veteranos del equipo amarillo parecen rejuvenecer con la compañía de Aythami, Vitolo, Jonathan Viera, Randy o Armiche. Incluso ríen más que en el pasado y hasta parecen más guapos y felices. Han sabido liderar con su ejemplo y el vestuario es el edén. Ya no se habla de ‘camarillas’ ni mal ambiente. Da gusto, por ejemplo, ver como un experto defensa como Pignol comparte consejos y confidencias con el imberbe Aythami, quien públicamente ha mostrado su respeto y admiración por el zaguero francés. Aunque vienen pisando fuerte y les han quitado el sitio en el equipo y portadas y titulares de periódicos, radios o televisiones, Pedro Vega o Jorge no dudan a la hora de felicitar a un camada de futbolistas que, como bien ha reconocido el ‘10’ amarillo, “han venido para darnos la vida.” Son esos veteranos que, junto a un grupo de veinteañeros descarados, parecen haber encontrado la felicidad y el elixir de la eterna juventud. Otro veterano y emblema de la plantilla, Josico, reconoce que “se dejan aconsejar por nosotros y absorben muy rápido todos los conceptos.” Los resultados hablan por sí mismos.

Ahora, con las lesiones de Vitolo y Viera, banderas de un proyecto que enamora, es el momento de los ‘mayores’. De que guíen aún más a un equipo necesitado de victorias. De que la doble G (Guayre y Guerrero) se reconcilie con el gol. De que Josico y David García continúen ejerciendo como ejerciendo los jerarcas perfectos. Es el momento idóneo para que aparezcan futbolistas como Pedro Vega o Sergio Suárez, que jugando en la posición que ocupa Vitolo, con Juan Manuel Rodríguez en el banquillo, era la envidia de la categoría (aquel golazo al Alavés en el Estadio de Gran Canaria con sombrero incluido en la frontal del área…).


Las Palmas entendió la necesidad de “renovarse o morir” e hizo, guiada por el impecable trabajo de Paco Jémez, virtud de la necesidad. Y ahora vive mejor que en mucho tiempo. Se ha empeñado en hacer fácil lo difícil y convertir en rutina un juego virtuoso. Y todo, como decían nuestros padres, “por hacerle caso a los mayores.”

Pablo Checa, periodista del Diario AS