
Randy acaba de vivir una de las experiencias más bonitas que un futbolista puede vivir al disputar la Copa África y es que «desde el primer día llegó con muchas ganas e ilusión», además de que fruto del trabajo, «las cosas salieron como esperaban, o incluso mejor que como muchos esperaban».
En los 270 minutos que disputó con la selección ecuatoguineana, el jugador grancanario marcó un gol, el segundo como internacional, por lo que se muestra «muy feliz en lo individual» ya que «jugó muchos minutos, prácticamente todo el tiempo que pudo estar» y cómo no, por «poder ayudar al equipo» con su gol.
Las vivencias fueron continuas ya que todo un país estaba detrás de la selección ecuatoguineana y las cosas no son tan sencillas como en Gran Canaria: «Cada día tenía muchas cosas que solucionar tanto individual como de grupo, y o lo solucionaba uno mismo o no podía caminar», explicó Randy, que reconoce que «en un corto espacio de tiempo si es fácil crecer y madurar ahí».

El pasado sábado, Guinea Ecuatorial quedó apeada en los cuartos de final, pero el grancanario pudo disfrutar de enfrentarse a jugadores como Drogba o Touré, «profesionales que están ahí porque realmente se lo han merecido y ganado. El resto lucha por llegar a su nivel en cuanto a la profesionalidad», explicó el jugador amarillo.
Cuestionado con qué se queda tras todo lo vivido durante más de un mes de experiencia con su selección, se queda «con la gente, con el trato que les daban día a día, y ver como con sus acciones le sacaba una sonrisa y hacía que millones de personas se acostaran felices».
Ahora, con la Unión Deportiva Las Palmas le toca «buscarse un hueco», algo que sigue haciendo a base de «trabajo y dando el 100% en cada entrenamiento». Con 80 minutos acumulado en dos partidos, Randy es el jugador con ficha en el primer equipo que menos minutos ha jugado, algo que intentará erradicar con su esfuerzo y compromiso.