La carta escrita por el socio Ezequiel Trujillo, publicada en el foro de udlaspalmas.net, es la siguiente:
Estimado Sr. Machín:
Le escribo desde mi condición de abonado y socio desde hace 27 años y de seguidor del equipo desde hace más de 40.
Me animo a escribirle después de leer en periódicos y oír en los medios, entrevistas realizadas a Vd. en la que expresa su deseo de marcharse a un club de Primera División. Nada anormal en principio, pero no si miramos la forma en que se produce.
Si mi memoria no me falla, Vd. se lesiona de gravedad hace dos temporadas y en poco tiempo se firma un contrato entre el Club y Vd., por unos cuantos años (añadiendo Vd., motu propio, un año hasta 2016), con el consiguiente aumento de sueldo y por ende, aumento de la cláusula de rescisión. Entiendo que a Vd. le interesó y mucho este contrato, pues así lo hizo saber, pues la dichosa lesión le amenazaba y quiso cubrirse las espaldas con el club de sus amores.
Ahora que se ha ido gente importante del Club como Álvaro Cejudo y Jonathan Viera, Vd. quiere seguir sus pasos e irse a Primera División, pero olvida Vd. lo que firmó hace dos años. ¿Antes le interesó y ahora no? Las cosas no son así, Sr. Machín. Lo firmado es para cumplirlo, máxime cuando lo firmó Vd. con mucha alegría y sabiendo lo que hacía y agradeciendo al club la confianza que éste ponía en Vd., incluso lesionado de gravedad.
Pues bien, llegados a este punto, y como es de bien nacidos ser agradecidos, debería Vd esperar a que expire dicho contrato para marcharse, o bien se va, previo depósito en la Unión Deportiva Las Palmas de 12 millones de euros por el club que quiera ficharle (que es su cláusula de rescisión), o bien una cantidad cercana a dicha cifra, que el Club entienda que sea suficiente para dejarle libre. Las cosas se hacen bien o no se hacen.
Si no le parece bien esto, ¿por qué no dejó lo del nuevo contrato para más adelante o simplemente no lo firmó, como hizo Jonathan Viera? Se podía Vd. haber ido ahora como lo hizo él, pero Vd. prefirió entonces hacerlo de aquella manera, así que hay que apechugar con las consecuencias.
¿No le gustaron los pitos que escuchó el otro día? Pues son absolutamente normales, después de sus declaraciones. La afición está molesta. Siempre ha estado Vd. muy bien visto en este Club y en esta afición y siempre para Vd. ha habido aplausos, pues es un magnífico jugador; pero su actitud por último deja mucho que desear y nosotros somos aficionados y devotos de un Club, antes que de unos jugadores, y esto nos duele sobremanera.
Esperando recapacite sobre todo esto, reciba un cordial saludo,
Ezequiel Trujillo