Claves de un inicio con dudas, por Javier RODRÍGUEZ

Tres jornadas consumidas y tres resultados posibles que dan para un primer análisis que refleja nuestras virtudes y también nuestros defectos. Y es que después de una pretemporada más que discreta por el nivel de los rivales, el inicio de la competición empieza a darnos retazos de los elementos a pulir que tiene por delante Sergio Lobera.

El nivel físico de los jugadores se ha puesto en tela de juicio por el bajón que ha experimentado el equipo en los segundos tiempos. El trabajo de desgaste que se desarrolla durante todo el partido para encimar a los rivales y robar la posesión del balón requiere un sobreesfuerzo que en determinados momentos se paga caro. Así sucedió especialmente en Santander y contra el Lugo, aunque son detalles que se ha explicado que a medida que avance la competición se solventarán. Y eso esperamos.

La falta de gol se está evidenciando de manera preocupante como un mal a solventar. Con una media de un gol por partido y con muchas oportunidades desaprovechadas, la UD está echando de menos un rematador nato que culmine las innumerables llegadas que se suceden durante los encuentros. El nuevo refuerzo procedente del Español, Thievy, viene dispuesto a complementar el trabajo de Chrisantus puesto que parece que Javi Guerrero no cuenta con toda la confianza de Sergio Lobera.

Las jugadas a balón parado se siguen subrayando como el verdadero talón de Aquiles de la Unión Deportiva Las Palmas. Cambian los jugadores, cambian los entrenadores y cambian los sistemas. Pero lo cierto es que los goles en contra se suceden de la misma manera. Despistes defensivos, fallos en los marcajes y falta de contundencia a la hora de defender. Duro trabajo, sin duda, para Lobera porque corregir estos desajustes puede dar muchos puntos a los amarillos que apenas sufren ocasiones de gol en jugadas de partido.

La falta de un mediocentro organizador que complemente a David González se antoja como otro de los males históricos y que nunca se terminan de solucionar. Las apuestas de Sergio Suárez o Vicente Gómez se quedan en meros parches que quedan lejos de las necesidades reales de un equipo con aspiraciones de ascenso. La propuesta futbolística de Lobera requiere que un puesto de esta envergadura se tenga cubierto con las suficientes garantías para que la pelota y el juego esté siempre bien gestionado por los amarillos.

El entorno de la Unión Deportiva Las Palmas está muy castigado por tantos años de vulgaridad y mediocridad deportiva. Si bien dos buenos resultados pueden ser capaces de ofrecer una buena dosis de entusiasmo, otros dos resultados malos pueden conducir al desencanto y la desconfianza ante el nuevo proyecto. Saber lidiar con el entorno se presenta fundamental para que los altibajos de la competición no acaben generando frustraciones a destiempo.

por Javier Rodríguez

 @javierodr 

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