Apenas han transcurrido veinticuatro horas de la contundente victoria en Sabadell, y aún siguen resonando los ecos de la euforia por cualquier rincón de Gran Canaria. Realmente resulta bastante difícil abstraerse de no verse arrastrado por la corriente optimista que reina alrededor del equipo. Tantos años de mediocridad y desencanto dejaron demasiadas muescas en las esperanzas futboleras amarillas. Demasiadas heridas abiertas. Aunque nunca fueron suficientes para eliminar que el último aliento del aficionado llegara su fin.
A lo largo de su historia la Unión Deportiva Las Palmas ha sido capaz de salvar innumerables obstáculos. Le ha costado adaptarse a los distintos cambios que el fútbol ha experimentado en las últimas décadas y siempre ha llegado tarde para integrarse a los nuevos tiempos. Sin embargo, su capacidad de reinventarse y la permanente búsqueda de sus orígenes ha reactivado el espíritu del 49, volviendo a germinar el vivero amarillo que nunca ha dejado de sacar nuevos valores de la cantera canaria.
El resultado final de esta temporada sigue siendo impredecible a estas alturas. Siendo aspirantes a todo nadie puede garantizar un ascenso o un final tan doloroso como el vivido en aquella maldita promoción con el Oviedo de la mano de Mariano García Remón. Lo que nadie podrá quitarle ya a esta Unión Deportiva es la recuperación de la autoestima. La creencia en que sí se puede y todo es posible. La confirmación que el trabajo bien hecho y la firme apuesta por la cantera termina dando sus frutos. Y sobre todo, que la afición amarilla ha terminado por despertar. Porque tantos años de fracaso siempre necesitan de éxitos intercalados para ir renovando el sentimiento. Y porque las nuevas generaciones que han crecido escuchado los éxitos de las inolvidables noches del Insular también necesitan vivir intensamente el sueño amarillo.
Por todo esto y por más, esta temporada sin haber concluido ha merecido la pena. Soñar es gratis y la Unión Deportiva, imparable, ilusiona hasta al menos futbolero. Así lo acreditan las audiencias de los partidos televisados, batiendo todos los récords de share en la Televisión Canaria. El fútbol merece la pena. Y la Unión Deportiva Las Palmas vuelve a erigirse en estandarte y símbolo de la canariedad. Como siempre lo fue.
por Javier Rodríguez
@javierodr
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