Los intangibles de Apoño, por Gerardo MAYOR



OPINIÓN | Intangibles. Esa palabra ligada siempre más al baloncesto y que tanto valora el entrenador del Herbalife Gran Canaria, Pedro Martínez, que no viene a referirse a otro aspecto que a las cosas que hace un jugador y que no salen en las estadísticas o pasan más desapercibidas para el espectador en general.

apo_330Y es que, aunque los números también respalden al malagueño, que todavía no sabe lo que es perder como amarillo, con siete victorias y dos empates en nueve partidos donde Las Palmas sólo ha encajado tres goles; Apoño también está aportando intangibles de los que se están aprovechando continuamente los de Sergio Lobera.

El primer beneficiado de la compañía del malagueño es Vicente Gómez. El centrocampista de Schamann pasa por el mejor momento de su carrera deportiva y en buena parte debe agradecérselo a Apoño, ya que, si bien es cierto que ya estaba cuajando buenos partidos antes de la llegada del ex del Zaragoza, desde que forman dupla en la medular el rendimiento de Vicente ha mejorado sustancialmente, asentándose en la medular formando con Apoño un tándem que ha elevado el nivel del equipo, haciendo quedarse en el banquillo a Hernán pese a su recuperación, o en la grada a Javi Castellano.


La clave de la mejora de Vicente reside en que con Apoño se libera de responsabilidad defensiva y puede llegar más desde segunda línea al ataque, como ya demostró el pasado sábado ante el Alcorcón, donde marcó y además pudo aumentar su renta. También en Gijón estuvo cerca de marcar. Sin la presencia del malagueño, se hace difícil imaginar a un Vicente tan llegador y que presente amenaza en ataque.

Otro de los grandes beneficiados de la presencia de Apoño es Juan Carlos Valerón. Al Mago de Arguineguín le costó encontrar el sitio, pero parece por fin asentarse en el juego del equipo y ser importante en buena medida porque teniendo detrás al malagueño, puede jugar más cerca del área rival y explotar sus virtudes, pudiendo también restar importancia a las tareas defensivas. Otra de las causas de la mejora de Valerón es la inclusión de Chrisantus, con quien se entiende mucho mejor El Flaco.

También se aprovechan del juego del malagueño los defensores amarillos, puesto que en funciones defensivas es el primero que frena la creación de juego rival, ocupando mucho espacio en el centro del campo. Además, suele estar siempre bien situado y posee mucho oficio, virtud esencial para esta categoría. Pero también ayuda a los zagueros en la parcela ofensiva, ya que siempre baja el primero a pedir el balón, marcar el ritmo y distribuir el juego, eximiendo así de esa responsabilidad a los defensores, que de esta forma pueden combinar sin abusar del pelotazo largo y minimizando el riesgo de pérdida de posesión.

Por todo esto es tan importante la presencia de Apoño en el terreno de juego. Porque su sola presencia hace mejores a sus compañeros aunque él no esté tan bien, como en estos dos últimos partidos, donde quizás le ha faltado frescura. El Juego de la UD gira en torno al malagueño: es el que manda, el que no para de ordenar a sus compañeros, el que se acerca a pedir tranquilidad al entrenador rival como hizo con el del Alcorcón, el que dota de oficio y picardía al equipo y, en definitiva, pieza clave para aspirar al ascenso. Contra Sporting y Alcorcón estuvo discreto a nivel individual, pero fue muy importante a nivel colectivo, aportando mucho en los intangibles.

[box size=»large»]nrobaina_200por Gerardo Mayor
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