OPINIÓN | Cuando terminas la primera mitad de competición como líder con tres puntos de ventaja sobre el segundo y cinco sobre el tercero, casi todo deben ser luces y puede que haya alguna que otra sombra que sólo se ve de vez en cuando. Algo parecido ha experimentado la UD Las Palmas durante esta brillante primera vuelta.
Aunque no se debería personalizar en nadie y sí destacar el rendimiento en conjunto, no debe pasar desapercibido el trabajo de Paco Herrera y su staff técnico. El entrenador catalán ha conseguido dotar al cuadro amarillo de una identidad de juego, de hacer un equipo reconocible y sobre todo competitivo, que no especula con los rivales y sale siempre a ganar juegue en el campo que juegue. Luego los partidos se dan mejor o peor, pero se echaba de menos una ambición así años atrás.
Principales revelaciones
Destacado el papel del entrenador, hay que hablar también de algunas grandes revelaciones en el equipo. Quién hubiese apostado en pretemporada que David Simón se haría dueño y señor del lateral derecho, siendo no sólo una de las revelaciones del equipo sino de toda la Liga Adelante, demostrando las ya conocidas virtudes en ataque pero también dando cierta fiabilidad defensiva. Otro nombre a destacar también viene directo desde el Anexo y es el de Roque Mesa. El teldense ha completado una buena primera vuelta donde no sólo ha sustituido de forma espectacular a Hernán cuando éste no ha estado disponible, sino que además por momentos se ha echado el equipo a su espalda y ha sido un líder más dentro del campo, a pesar de cometer algunos errores como el de Mendizorroza que no debe empañar su gran primera vuelta.
El nombre propio más repetido seguramente durante esta mitad del curso ha sido el de Sergio Araujo. El jugador que ya ilusionaba cuando se anunció su fichaje se ha convertido en ídolo absoluto del Gran Canaria, a base de golazos, esfuerzo y sobre todo una entrega que le ha valido para ganarse a la siempre exigente afición amarilla, que ha llenado las gradas del estadio con camisetas del número 10.
Uno de los grandes méritos de Paco Herrera, en mi opinión, ha sido recuperar la mejor versión de jugadores desaprovechados o totalmente descentrados durante años anteriores. Pese a su expulsión ante el Zaragoza y aunque le costó encontrar sus mejores sensaciones al inicio, el mejor Nauzet Alemán ha vuelto y se ha convertido en el segundo máximo artillero amarillo de la primera vuelta, acabando de manera brillante con el debate por la titularidad con Guzmán. Situación similar ocurre con otros jugadores como Aythami Artiles, David García, Hernán o Javi Castellano, jugadores que forman la columna vertebral de una UD Las Palmas que se ha mostrado intratable por muchos momentos. Los dos últimos forman una pareja de mediocentros que bien podría ser titular en muchos equipos de Primera División, mientras que los tres defensores no parecen los mismos que estaban la temporada pasada. Tal vez sólo necesitaban un entrenador que les entendiera dentro del campo y les supiera motivar.
Aspectos a mejorar
Sin embargo, no todo son luces y, si bien son pocas, Las Palmas ha tenido varias sombras durante la primera vuelta. La principal se encuentra en la portería, donde ni Raúl Lizoain primero ni Casto Espinosa posteriormente terminan de dar toda la seguridad a una afición que anda dividida por quién debería ser el portero titular de este equipo.
Por otro lado, hay jugadores que no están dando el rendimiento esperado de ellos cuando firmaron por este equipo. Por ejemplo el cántabro Christian Fernández, cuyo nombre ilusionó a los aficionados, que todavía recuerdan al lateral izquierdo que deslumbró aquella segunda vuelta cedido del Racing junto con Samuel. Sin embargo, las actuaciones del lateral han estado lejos de aquel jugador y durante la mayor parte de la primera vuelta ha sido más habitual ver a Ángel a banda cambiada que al propio Christian, fruto del flojo nivel que está ofreciendo éste, especialmente en encuentros como el de Osasuna o el reciente del Alavés.
No obstante, pese a las pocas sombras de la primera vuelta, la afición amarilla tiene numerosos motivos para ilusionarse. Las Palmas está en las manos de un gran cuerpo técnico y de una dirección deportiva que ha demostrado ser muy fiable. Campeón de invierno de forma merecida y solvente, máximo goleador con muchos goles de bellísima factura que han llevado las manos a la cabeza a más de uno. Pero, por encima de todo, un Estadio de Gran Canaria que vuelve a creer en los suyos, consciente de que tras el varapalo del pasado junio debía haber una comunión absoluta equipo-afición para devolver a la UD Las Palmas al lugar al que pertenece. Los 15.000 abonados, que se han convertido en 20.000 seguidores en las gradas en los dos últimos encuentros, son cifras de una afición que merecen por fin la alegría de la Primera División.
por Gerardo Mayor
@GerardoMayor
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