Paulino Rivero, presidente del Gobierno de Canarias, concedió su primera entrevista sobre el derbi isleño en los micrófonos de Radio Club Tenerife. «Todos los que somos aficionados al deporte en general y al fútbol en particular, cuando se avecina un acontecimiento de esta naturaleza estamos pendientes. Es un evento que trasciende lo que supone un partido, pues genera el interés general de seguidores y no seguidores», apuntó.
Será el último clásico de Rivero como presidente del Gobierno. «He vivido muchos derbis desde los 18 o 19 años. Cada vez que he podido, he ido al estadio. Recuerdo partidos del Tenerife contra el Boetticher igual que contra el Madrid. Que culmine mi responsabilidad al frente de la presidencia, no significa que culmine mi afición al fútbol y al Tenerife, así como el deseo de compartir la ilusión y el entusiasmo por que consiga resultados positivos. Estoy muy asociado a una entidad que significa y supone tanto como el Tenerife», indicó.
Asimismo, habló del cambio de técnico en el cuadro blanquiazul. «Teníamos un buen entrenador, pero en fútbol influyen muchos factores. Seríamos injustos con Álvaro Cervera si no lo valorásemos. Sí que en su manejo de la comunicación y en su conexión con la parte externa de la entidad cometió algunos errores. Pero eso no menoscaba mi respeto por un gran profesional que ascendió al club a Segunda, que era trabajador, serio y hacía buenos planteamientos», dijo.
Sobre Agné, respondió que «el cambio ha sido oportuno». «Sin ser un entrenador excesivamente conocido, había buenas referencias de él. Y sus primeros pasos han sido convenientes. Se ve que es un hombre preparado, conocedor de la categoría y trabajador. Creo que se ajusta a lo que necesitaba el Tenerife y al perfil de jugadores que el equipo tiene», añadió.
Respecto a Concepción, dijo que «es una pena» que se vaya. «Cuando las cosas deportivamente van mal, la gente se fija primero en el entrenador y luego en el presidente. Pues bien, para mí eso no puede nublar ni tapar que Miguel Concepción ha sido un magnífico dirigente para el Tenerife», reflexionó.
Rivero da una calificación alta al mandatario palmero. «Para valorarle hemos de poner el retrovisor para saber de dónde viene uno. Su gran gestión económica ha sido fundamental. Hablo de algo que conozco perfectamente. Hace nueve años, recién llegado de un viaje a China que hice en representación del Congreso, me invitaron a que intentara aglutinar a una serie de empresarios porque el Tenerife se iba a pique y tendía a la desaparición. Hubo una primera reunión con 66 empresarios y, una semana después, un sábado y un domingo estuvimos encerrados en el Ayuntamiento de El Sauzal. Logré convencer no solo a Miguel, sino a la gente que formó parte de su consejo de administración. Un puñado de tinerfeños dieron ese día un paso al frente y se comprometieron con el club. Tiempo después, podemos decir que orientaron a la entidad al camino correcto. Estoy muy orgulloso de haber puesto el Tenerife en manos de personas responsables y fiables».
