El conjunto de Paco Herrera brindó a los aficionados 75 minutos de magia y espectáculo, liderados por la desequilibrante dupla Viera-Araujo. Tras el cuarto gol, la bajada de brazos y tensión que coincidió con la salida del campo de esta dupla y que convirtió, como pasara ante el Zaragoza, la fiesta en sufrimiento por deméritos de la propia UD Las Palmas, que no logró culminar la fiesta sin sufrimiento.
Raúl (7) Solvente. Cada vez se le ve más cómodo bajo palos y con mayor seguridad. Encajó tres goles, pero sólo se le podría decir algo en el tercero y tal vez ni eso, ya que tampoco tiene mucha culpa debido a la potencia del lanzamiento de Joan Román.
David Simón (7) Ofensivo. Fue un tormento para Lucas con sus continuas internadas por la derecha. Se compenetró muy bien con Asdrúbal, con quien completó combinaciones que muy cerca estuvieron de convertirse en gol.
Marcelo Silva (6) Cumplidor. Acabó llevándose broncas de Aythami en la primera parte tras la jugada que perdonó Dongou y en la segunda mitad tras la relajación amarilla, pero en líneas generales el encuentro del uruguayo fue bueno.
Aythami (6) Confiado. Tuvo un partido muy cómodo ante un muy inocente Dongou durante la mayor parte del encuentro, pero bajó la tensión en los últimos minutos como el resto del equipo y eso hizo que el filial azulgrana se viniera arriba. Buen partido pero a evitar su exceso de confianza en varios momentos.
Ángel (5) Intermitente. Era el que más difícil lo tenía por la calidad de su par, Adama Traoré, y aunque lo estaba frenando con criterio, su relajación quedó patente en la jugada del segundo gol, en la que un balón casi sin peligro lo acaba ganando Adama para jugar con Joan Román.
Javi Castellano (6) Discreto. El partido fue por muchos momentos un correcalles en el que el gemelo se dedicó principalmente a hacer coberturas y cubrir parcelas, ya que casi todo el peso del ataque culé llegaba por la derecha. No tuvo un día brillante, pero cumplió con discreción.
Valerón (6) Generoso. Buen partido del de Arguineguín en los 55 minutos que estuvo en el campo. Distribuyó con criterio, mareó a Gumbau, encontró siempre al compañero mejor situado y hasta se vació haciendo en varias ocasiones la cobertura a un David Simón muy ofensivo.
Culio (6) Trabajador. Tuvo una actuación de más a menos. Comenzó ganando la partida por inteligencia y oficio a los blaugranas que paseaban por sus inmediaciones, especialmente un Halilovic que pasó inadvertido en Gran Canaria. En la segunda mitad notó el cansancio y lo pasó mal en los últimos 15 minutos.
Asdrúbal (8) Perseverante. Acabó encontrando el gol en su acción menos bonita del partido, pero vale igual. Mereció haber anotado antes tras alguna gran jugada personal en la que se zafó de varios rivales pero le acabó faltando puntería. Se vació en el campo y encontró su justo premio del gol y asistencia.
Jonathan Viera (9) Soberano. Ahora mismo es el jugador más desequilibrante de Las Palmas y uno de los más decisivos de la categoría. Volvió a hacer lo que quiso con el balón, gracias al espacio que le brindaron los defensores rivales, e hizo las delicias del aficionado, contagiando además su magia a los compañeros, que se atrevieron con acciones poco frecuentes. El bajón amarillo coincidió sin él en el campo.
Araujo (9) Definidor. Está acabando la temporada como la empezó, a tope de goles y confianza. Sigue dando muestras de su gran relación en el campo con Viera y fue capaz de resolver un gran pase del de La Feria, anotar otro por fe y convicción ante la pasividad de los centrales y luchar para regalarle otro al propio Viera.
Roque (4) Flojo. Era un buen día para lucirse dados los grandes espacios que dejaba la retaguardia blaugrana. Tuvo una clara ocasión que mandó a las nubes y se equivocó en muchas decisiones en el tramo final en el que el filial culé apretó.
Ortuño (4) Gris. No está pasando por su mejor momento el murciano, quien disfrutó de minutos en los que el equipo todavía se estaba gustando pero luego nunca fue una preocupación real para los defensores del Barça B.
Vicente (6) Entonado. Poco tiempo tuvo, pero le dio tiempo de realizar una gran acción individual para asistir con calidad a Asdrúbal y posteriormente, cuando el bajón de intensidad, fue de los pocos jugadores que siguió ganando balones aéreos y porfías en el cuerpo a cuerpo.