Otra final ante un rival directo a la papelera. Los errores volvieron a condenar a los de Setién, que pusieron el fútbol pero que estuvieron excesivamente tibios en acciones claves. Willian dio ciertas esperanzas, pero faltó profundidad, pólvora y efectividad en las áreas. Morales, fundamental para el cuadro de Rubi.
El Levante llegaba a la trascendental cita con un problema terrible de efectividad. La Unión Deportiva, experta en renacer a equipos hundidos, regaló todas las opciones para que Morales se pusiera las botas. Los amarillos evidenciaron falta de tensión competitiva en acciones claves. Absolutamente determinantes en una categoría que no perdona la pasividad.
En la posesión Las Palmas tiene pocos rivales en esta Liga. Pero el fútbol tiene otros parámetros tangibles. Llegaba con facilidad al balcón del área, pero ahí se escurría. El Levante, con intensidad y poco más, aprovechando sus momentos, consiguió doblegar con facilidad a la Unión Deportiva. En las áreas, nuevamente, la UD suspende de forma soberana. La Dirección Deportiva tiene trabajo, antes y ahora. Toca rascarse el bolsillo. Y acertar en posiciones claves.
Sorprendió Quique Setién en la alineación inicial. Previsiblemente, Culio sería de la partida por la baja de Vicente Gómez. Setién decidió dar entrada a los artistas. Juan Carlos Valerón se situó, variando con Tana, junto a Roque Mesa. El equipo tuvo una gran salida de balón, ante un Levante que no presionó muy arriba. Esperó en el medio del campo, algo que alivió a la Unión Deportiva.
Los de Setién se hicieron con la batuta, como en la mayoría de los encuentros. Con seguridad y solvencia en los pases, buscando a un Jonathan Viera que en la derecha pierde capacidad de creación y remate. Wakaso, la otra gran novedad, ocupó la banda izquierda en un partido con luces y sombras.
El Levante, acostumbrado con Rubi a tener posesiones más largas, se parapetó en el medio. Morales, por la izquierda, tuvo las salidas más claras y peligrosas. El extremo madrileño está en un estado de forma soberbio, y lo demostró de nuevo en el Ciutat de Valencia. Fue una pesadilla.
La UD, con mucha posesión pero sin remate ni opciones creativas reales en los últimos metros, realizaba combinaciones en muchas ocasiones estériles. Abusó de la banda derecha, con un Simón y Viera que fueron lo más destacado de la primera mitad. Cuando Las Palmas mejor cara mostraba en el campo, llegó el primero del Levante.
Wakaso trató de salir por la banda, cuando la jugada parecía pedir calma. Perdió el balón y provocó una falta peligrosa de Roque sobre Deyverson. En Primera, estas jugadas son clave. Verza, un gran lanzador, la puso en el palo. Varas la tocó, con la mala fortuna que el balón salió rebotado hacia el punto de penalti. Por allí aparecía Morales ante la pasividad amarilla, para hacer colocar el 1-0 (min. 25). Primer fallo grave de concentración.
Tana, en el minuto 37, contaría con la más clara para los amarillos. Apareció Jonathan Viera, se la cedió a Simón y Tana, solo en una posición parecida ante el Atleti, la mandó al muñeco, a las manos de Mariño. Al descanso Las Palmas merecía más. Pero en Primera no hay crédito para los equipos poco serios.
Errores groseros
Todas las esperanzas puestas en la segunda mitad se desvanecieron en un instante. Desde el momento que David García dio un pelotazo arriba, con los centrales abiertos, y Lerma asistió con la cabeza para que Deyverson se fuera libre por el carril central. Definió a la maravilla (min. 47). Al Levante le faltó pedir las gracias.
Al instante, Willian José, el mejor de los amarillos nuevamente, protagonizaba la reacción. Simón asistió en una jugada embarullada para que el delantero carioca pusiera el balón lejos del alcance de Mariño (min. 49). Quedaba mucho tiempo. Pero no se podían seguir cometiendo errores groseros.
Lejos de envalentonar a la Unión Deportiva, el 2-1 trajo cierta tranquilidad a los de Setién, que volvieron a estar planos, sin profundidad, escasos de mordiente. El Levante poco a poco se fue agazapando, Rubi cimentando el medio y buscando las contras. O los regalos amarillos.
De nuevo Morales aprovecharía el tercero, ya definitivo. En un saque de banda, para más inri. Simón mandó el balón a Willian, al que se le anticipó un contrario. Deyverson pivotó con David García, se la cedió a Morales y encontró la banda sola. Recorrió treinta metros hacia el centro y batió por un lado a Varas (min. 64). Nadie le salió, nadie le frenó. Una alfombra roja.
Willian quiso añadir picante al partido en otro error grosero, esta vez del Levante. Mariño y Feddal no se enteraron, y el brasileño, la metió dentro (min. 67). La UD regalaba y reaccionaba. Quedaba tiempo para enmendar una tarde aciaga en las áreas. Varas sacó dos manos prodigiosas para seguir manteniendo a los amarillos con vida.
Rubi logró desactivar a una Unión Deportiva a la que la carga de partidos le pasó factura en los últimos minutos. Ni El Zhar ni Araujo —no hubo tercer cambio— consiguieron reactivar al ataque de la Unión Deportiva que se encontró con una muralla. Toca reflexionar, mejorar y entrenar. Si los errores groseros se repiten de poco servirán los refuerzos a realizar en el mercado. Cierra el 1 de febrero. Tic, tac.
Levante Unión Deportiva 3-2 Unión Deportiva Las Palmas
Levante Unión Deportiva: Mariño; Toño García, Feddal, Navarro, Pedro López (Iván López, min. 41); Verza, Lerma, Camarasa (Simao, min. 63); Morales, Xumetra (Rossi, min. 74), Deyverson. Entrenador: Rubi.
Unión Deportiva Las Palmas: Javi Varas; Simón (El Zhar, min. 78), Aythami, David Garcia, Dani Castellano; Roque, Valerón; Jonathan Viera, Tana (Araujo, min. 74), Wakaso; Willian José. Entrenador: Quique Setién.
Goles: 1-0, Morales, min. 25; 2-0, Deyverson, min. 47; 2-1, Willian José, min. 49; 3-1, Morales, min. 64; 3-2, Willian José, min. 67.
Árbitro: Velasco Carballo. Amonestó a los locales Toño y Xumetra; y a los visitantes Roque, Varas, Aythami y Wakaso. Expulsó por doble amarilla a Deyverson (min. 92).
Incidencias: Ciutat de Valencia.