Idea innegociable pero con matices

OPINIÓN | Lo dejó claro Quique Setién desde el día de su presentación como nuevo entrenador de la Unión Deportiva: su estilo de fútbol no se negocia. Entrena con su idea, juega con su idea y morirá con su idea. Hasta ahí todo correcto, es un hombre que sabe lo que quiere y que es capaz de transmitirlo a sus futbolistas. Sin embargo, la situación actual que vive el equipo y los últimos resultados generan el debate sobre si este estilo es el idóneo. ¿Es posible pelear por la permanencia con el juego de toque y posesión aún asumiendo riesgos? Sí, pero con matices.

Una cosa es conseguir que un equipo se identifique con una propuesta de fútbol asociativo y otra muy distinta es jugar siempre sobre la línea que separa la temeridad del error fatal. Sacar la pelota jugada desde atrás es un recurso válido para iniciar un fútbol de posesión y generar superioridad desde las primeras líneas pero hay momentos en los que hay que saber cuando toca arriesgar con un pase en corto y cuando no. Últimamente los rivales de Las Palmas acostumbran a ejercer una presión alta buscando el fallo de los defensas amarillos a sabiendas de que la instrucción de su técnico es tocarla desde atrás y así es como se han generado muchos de los goles encajados en los últimos tiempos.

Y es que llega un punto en el que el pelotazo – que no es tan estético ni alabado – es un recurso válido cuando  supone una mejor solución que regalar un balón al delantero rival en una situación comprometida de pase. Sobre todo si los defensas encargados de llevar a cabo esa primera salida limpia de pelota no son precisamente unos virtuosos en la tarea.  No digo que Las Palmas deba cambiar radicalmente su forma de jugar, ni mucho menos. Yo admiro y defiendo que el fútbol debe ser un espectáculo para los aficionados y cuanto más bonita y atractiva sea la propuesta de un equipo, mucho mejor. Pero eso no implica que haya que morir – descender – aferrados al idealismo de ser el Bayern de Munich de los pobres.

La idea de jugar un fútbol asociativo es sensata y natural para jugadores bañados en calidad como Roque, Viera, Tana o Valerón pero, no nos engañemos, Bigas no es Piqué, David García no es Koscielny, Aythami no se asemeja mucho a BoatengJavi Varas, por mucho que quiera y provoque tres infartos por partido, no es Neuer. Sólo hay que repasar los goles que recibe Las Palmas para ver que muchos de ellos son propiciados por los excesivos riesgos que se toman en fase defensiva. Hay momentos en los que hay que saber tener cintura y adaptar aspectos del estilo de juego a la capacidad de los futbolistas para ejecutarlo. Ese es el matiz que puede marcar la diferencia. Es mi humilde opinión.

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