Ángel López dice adiós a La UD Las Palmas después de 17 años en el máximo nivel futbolístico. El de Santa Lucía, con más de 300 partidos en Primera División, cierra un gran ciclo en su equipo natal.
[NOTICIA] La UD y Ángel López separan sus caminos
Termina la segunda aventura de Ángel López Ruano (Las Palmas de Gran Canaria, 10 de marzo de 1981) en la UD Las Palmas, a la que el destino ha querido que deje en Primera División, objetivo primordial que se marcó cuando regresó a Gran Canaria. Pasó momentos muy duros como el no ascenso ante el Córdoba, pero su experiencia y profesionalidad resultaron vitales para justo un año después lograr lo que el fútbol le debía. Sólo las lesiones le privaron de disfrutar con más protagonismo de la Primera División con su UD.
Debutó con Las Palmas a los 19 años en el Insular junto a grandes futbolistas del plantel canario como Jorge Larena o el propio Guayre, con el que volvería a reencontrarse años después en Villareal. Su calidad y su gran disposición defensiva hicieron que se ganara un puesto titular disputando casi todos los partidos. Tras dos años en el club amarillo, se hizo notar un fuerte interés por parte de equipos en Primera División por este joven con una proyección bárbara, tras el descenso amarillo a Segunda. Su destino le llevó al Celta de Vigo, donde vivió el éxito absoluto y el fracaso. Su gloria en Europa con el equipo vigués acabó en octavos de final en la competición cumbre del continente, cayendo eliminado ante el Arsenal. En la otra cara de la moneda, finaliza una temporada en la liga que desembocó en otro descenso de categoría.
Después de estos altibajos en su trayectoria, llegaron los años de oro en su carrera personal. Luis Aragonés lo incluyó en la convocatoria para un partido amistoso pre-Europeo frente a Rumanía, postulando su candidatura para la que sería la etapa más prestigiosa de la era del fútbol español. El seleccionador contó con él cuatro partidos más como internacional, pero no fue suficiente puesto que descendió a Segunda, motivo por el cual pidió su traspaso al Villareal.
Una vez en el club groguet, se consolidó como uno de los mejores laterales derechos de España, llegando quedar en segunda posición del campeonato liguero o anulando en Champions a Cristiano Ronaldo y ganándose la confianza absoluta de Manuel Pellegrini. “Cristiano no ha existido y eso es mérito del Villareal y de su lateral derecho”, declaró en técnico de los reds Sir Alex Ferguson al término del partido. Su nombre quedó grabado en la banda derecha del Madrigal y de los corazones de la afición castellonense.

Su calvario llegaría en 2011, cuando se rompe el ligamento cruzado anterior de la rodilla frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. La lesión en un principio le llevaría 6 meses fuera de los terrenos de juego, pero se alargó hasta los 10. No reapareció hasta finales de 2011 en un nuevo partido de Champions frente al Manchester City.
El siguiente curso se desvincula del Villareal estando hasta la última temporada entre los más grandes de España y de Europa, pero con un nuevo descenso con el conjunto castellonense. Firma por el Real Betis Balompié durante una temporada antes de volver al equipo de su tierra que le hizo debutar como profesional.
Fueron 10 años los que estuvo fuera de su casa. En 2013 firma un nuevo contrato con Las Palmas y llegó, como él mismo admitió, para devolver al equipo a la máxima categoría y no para retirarse. Y efectivamente, culmina su ciclo en Gran Canaria con el ascenso en 2015 en el cual tomó un papel protagonista durante la temporada, disputando 33 partidos y siendo una pieza fundamental en los esquemas de Paco Herrera durante la temporada y especialmente en el playoff, deslumbrando y apareciendo en un partido clave como la vuelta ante el Zaragoza, donde recupera e inicia la jugada del gol de Roque Mesa. Se marcha un deportista de la élite del fútbol canario a sus 35 años y con 300 partidos a las espaldas en la máxima categoría del fútbol español. Un profesional ejemplar con un gen competitivo al que sólo frenaron las lesiones.
