El esitlo de juego llevado a cabo por Las Palmas de Quique Setién es arriesgado y complicado de ejecutar. Aún así, la UD logra hacerlo y además con una precisión a la hora de realizar acciones inusual en un equipo de su nivel.
Si por algo se ha caracterizado la Unión Deportiva Las Palmas desde su regreso a la élite del fútbol español ha sido por su estilo de juego innegociable y por el trato que le da al balón. La forma que tiene de jugar la UD de Quique Setién consiste en tener el balón y hacerlo con las líneas muy avanzadas, alejándose lo máximo posible del área propia y tomando posiciones cercanas al portero rival.
Esta manera de entender el juego conlleva asumir el riesgo de cometer errores que podrían decantar el resultado y echar por la borda el trabajo de todo lo hecho en el partido y a lo largo de la semana. Por suerte, los amarillos son muy precisos a la hora de ejecutar cada pase y cada movimiento.
Las Palmas es un equipo acostumbrado a tener el balón. Tanto es así que es el segundo equipo con más posesión de balón de media en cada partido en lo que va de temporada, siendo superado únicamente por el Barcelona de Luis Enrique. Según las estadísticas, la UD tiene de media entre un 55% y un 60% de la posesión, muy cerca del Barça, cuyos números oscilan entre el 60% y el 65%.
Sin embargo, esto no consiste simplemente en tener el balón en los pies sino en la manera de hacer las cosas cuando se tiene la posesión. Lo que hace de la escuadra amarilla un equipo diferente es que cuando se acerca a la meta rival, es capaz de mantener el mismo nivel de posesión y además con una precisión digna de un cirujano. Equipos como el Real Madrid, el Sevilla o la Real Sociedad son incapaces de igualar los números y la precisión de la UD en fase ofensiva, jugando en los últimos 30 metros que preceden a la línea de gol.
Las Palmas roza el 70% de precisión en el pase en ese último tramo del terreno de juego. Unos números considerables si se tiene en cuenta que, si los chicos de Setién se encuentran jugando en esa zona del campo, significa que el equipo rival estará defendiendo en esa pequeña porción de césped, por lo que los espacios se reducen y casi es más fácil errar en el pase que realizar una buena entrega.
Datos que sólo supera el Barcelona
Sólo el Barcelona es más preciso que la UD en los últimos metros, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que se trata del paladín del tiqui-taca y que lleva décadas practicando y perfeccionando ese estilo de juego, desde que Johan Cruyff se hiciese cargo del banquillo blaugrana.
A los pupilos de Setién les va el juego preciosista y tienen las cualidades para practicarlo. Los Jonathan Viera, Roque Mesa, Prince Boateng, Vicente, Tana, etc., se transforman en funambulistas con el balón en los pies. Una especie de artistas del balón cuyo porcentaje de acierto a la hora de realizar acciones complicadas es muy elevado.
La apuesta por ese estilo de juego fue arriesgada, sobre todo teniendo en cuenta la situación del equipo cuando llego el técnico cántabro, pero por suerte Las Palmas se ha topado con una generación de futbolistas que son tan atrevidos como el juego que practica su equipo.