El futbolista de San Cristóbal debe dar un paso al frente ante la lesión de Jonathan Viera y asumir los galones que deja el ’21’. Después de un inicio de temporada lejos de los grandes focos, ha llegado su momento.
Tana regresa a su jardín. Al sitio de su recreo, que diría Antonio Vega. El Bernabéu conoce el nombre de Tanausú Domínguez después de sufrirlo la temporada pasada en una exhibición de Las Palmas para guardar en videoteca. Y este fin de semana el centrocampista volverá a pisar el pasto del feudo blanco con la misión de dirigir los ataques de una UD que va a reclamar que dé un paso al frente.
Con Viera fuera de juego por lesión, la chistera y la varita amarilla las lleva el ’24’. No hay más. Tana es uno de los futbolistas más talentosos de la plantilla amarilla y tendrá que ocupar ese sitio en el campo que más le conviene para llevar el peso creativo. Jugando en su posición natural, el mediapunta deberá asumir galones para ayudar a una UD que está huérfana de su hombre más importante en nómina.
Por características, es el futbolista de San Cristóbal el hombre más indicado para, más que cubrir el hueco que pueda dejar Jonathan Viera, hacer de sí mismo; Tana es un jugador que posee mucha calidad en sus botas y el talento que tiene sigue estando patente. Las Palmas lo necesita ahora más que nunca, por las circunstancias deportivas que vive y por la falta de resolución ofensiva que adolece.
Cierto es que no está siendo una temporada especialmente buena para Domínguez. No está en su mejor momento y eso se nota durante los partidos. En muchas ocasiones no se encuentra cómodo, no es todo lo incisivo que debería y tampoco encuentra su espacio dentro del campo para ser protagonista. El mal momento del equipo también le juega una mala pasada, perdiendo transcendencia en el juego e impidiendo que brille.
Pero ya le toca dar un golpe sobre la mesa. Es momento de dejar atrás todo lo que no le ha dejado convertirse en actor principal. Recuperar su mejor versión puede ser una de las mejores noticias para una UD que le echa de menos y, al mismo tiempo, serviría para dar un impulso necesario para los amarillos. El Bernabéu le espera. Llegó el momento Tana.