El cuadro amarillo atraviesa una dinámica negativa a nivel de sensaciones, pero sobre todo de resultados. El equipo grancanario lleva tiempo intentando encontrar el equilibrio defensivo, imperioso para subsistir en Primera División. Prueba de no haberlo conseguido es la estadística de goles en contra por año natural.
Las Palmas sigue sin encontrarse. El conjunto entrenado por Pako Ayestarán sigue inmerso en una racha de resultados y sensaciones devastadoras que han hecho menguar las expectativas de futuro. El aficionado amarillo recibe las nefastas vibraciones de la que está siendo la peor temporada en la UD durante su actual etapa en el fútbol de élite nacional.
Una de las claves que han hecho tambalear el proyecto amarillo es la sangría de goles encajados. Desde la etapa de Paco Herrera en Segunda no se contemplan los mecanismos defensivos solventes que requiere un equipo para competir con garantías. Y es que el número de tantos recibidos en los tres últimos años naturales hasta el mes de octubre ha ido en aumento.
El año del ascenso fue uno de los más emotivos en la historia del club, así como uno de los más prolíficos en cuanto a producción goleadora y seguridad defensiva. Así, en 2015 la cifra fue de 50 goles encajados en 38 partidos en los primeros diez meses del año, lo cual promedia 1,31 dianas en contra por encuentro. Este es el mejor registro en este campo de los últimos tres años.
En el pasado año 2016 creció ligeramente la cifra de goles pero bajó la de partidos, exactamente en el mismo número, lo que aumenta el promedio por choque. En total, 53 tantos encajados hasta el 31 de octubre en 35 partidos, con una media de 1,51, es decir, 0,20 más que en el 2015.
La preocupación crece al contabilizar los números de este presente 2017, justo tras haberse producido el cambio de mes y de cumplirse dos meses de competición liguera. Este año se ha mantenido la misma cifra de partidos disputados hasta octubre que en 2016, si bien el guarismo de goles se ha incrementado de forma desproporcionada: 80 tantos en contra y un promedio de 2,28.
Aunque las números parezcan fríos (el fútbol no es una ciencia exacta), la agudización de los problemas defensivos convertidos en goles recibidos es esclarecedora. Y es que Las Palmas es el equipo más goleado de La Liga con 25 tantos y el segundo en las cinco mejores ligas de Europa; el Benevento italiano, colista en la Serie A con cero puntos en su casillero, suma 29 en 11 partidos, uno más que la UD.