Los amarillos ante la Real Sociedad, uno por uno

Foto: LaLiga

La UD empató en un partido que pudo ganar al final tanto como llegar sin opciones al tramo final de choque. El equipo amarillo volvió a hacer aguas en defensa pero esta vez estuvo mejor en ataque, donde Rulli, tras regalar el segundo gol, evitó la victoria amarilla a pies de Rémy.

Raúl Lizoain (4) Afortunado. No tuvo culpa en ninguno de los dos goles recibidos, pero no dio en los balones aéreos la seguridad que estaba mostrando días atrás y estuvo mal con los pies, especialmente cuando cometió un error clamoroso al regalar un balón a Willian José que de milagro no acabó en gol.

Michel Macedo (6) Recuperado. De las mejores noticias que deja el partido. El lateral brasileño volvió a parecer el que por momentos de la pasada temporada fue uno de los mejores futbolistas de la UD. Se dejó ver en ataque, participó del juego y no estuvo mal atrás, aunque echó en falta más ayuda ante Januzaj.

Lemos (3) Desastroso. Casi que el mejor cambio de Ayestarán no fue introducir a Calleri sino retirar al charrúa. Willian José estaba haciendo lo que quería con él, ganando todos los balones aéreos. No tiene culpa directa de los dos goles encajados, pero por errores suyos pudo recibir unos cuantos la UD, especialmente por despistes o fallos en la marca.

Bigas (3) Desubicado. Incomprensible el nivel que está mostrando el balear esta temporada, totalmente desconocido. En el primer gol de la Real Sociedad está fuera de sitio, deja hueco a su espalda y no llega al corte. La UD le necesita.

Dani Castellano (5) Cumplidor. Mejor que en ocasiones anteriores, ya que Oyarzabal no terminó de crear mayor daño más allá del centro en el segundo gol. Sin embargo se echó en falta mayor presencia ofensiva y peso en el juego del equipo.

Javi Castellano (5) Blando. Ayuda en la destrucción pero a veces eso tampoco es suficiente. La Real Sociedad dominó el juego a su antojo sin que él ni Aquilani pudiera frenar sus avances. Cometió pocos errores graves, pero estuvo muy blando a la hora de cortar alguna contra o ser más contundente.

Aquilani (4) Insuficiente. Acreditó su presencia en el partido gracias a que recibió una tarjeta y salió como titular. Pasó totalmente desapercibido por el encuentro, salvo algún buen pase en la primera parte, no contribuyó ni a tener el balón ni a frenar las acometidas donostiarras. Se espera mucho más de un jugador de su experiencia.

Jonathan Viera (6) Decisivo. Estaba apareciendo bastante a cuentagotas, muy pendiente e implicado en tareas defensivas y nuevamente muy retrasado de donde realmente hace daño. Pero los jugadores de su nivel necesitan muy poco para hacer daño. Dio algunos pases clave y tuvo la calidad de un crack para colocar el gol del empate.

Vitolo (6) Voluntarioso. El mal estado del equipo hace que su juego brille mucho menos y por momentos se contagie. Sin embargo, cuando logra asociarse con Viera y salir con espacios es determinante. Participó en el primer gol y le dio el tercero a Rémy en la última acción que salvó con una mano espectacular Rulli.

Tana (5) Trabajador. Se movió entre el falso nueve y la banda derecha, dos puestos que no son el suyo. Sigue incómodo jugando en esos puestos, pero trató de presionar, asociarse y mostró compromiso en defensa. Estuvo rápido y listo para abrir el marcador.

Rémy (7) Titular. El francés volvió a hacer incomprensible su suplencia en anteriores partidos. No marcó, pero una brillante acción suya originó el primer gol y sólo Rulli evitó que volviera a convertirse en héroe. Mostró gran entendimiento con Calleri, demostrando que son perfectamente compatibles.

Ximo Navarro (6) Solvente. Su presencia acabó siendo también decisiva en el choque. Hizo desaparecer a Willian José del campo. El brasileño estaba mareando a Lemos pero no pudo hacer lo propio con el granadino, pasando la Real Sociedad a apenas tener ocasiones al estar desconectado de su ariete.

Calleri (6) Revulsivo. Su presencia revolucionó el ataque amarillo y llenó de dudas a la Real Sociedad. Dio presencia arriba, interpretó bien los espacios y las pocas veces que pudo combinar con Rémy, creó un peligro que el cuadro donostiarra no supo contrarrestar.

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