El extremo grancanario cayó lesionado en el encuentro de Copa ante el Deportivo y, tras realizarle las pruebas médicas pertinentes, ya no podrá jugar más con la escuadra amarilla al tener que estar alrededor de un mes de baja.
Roto. Así se marchó Víctor Machín, ‘Vitolo’, del terreno de juego de un Estadio de Gran Canaria que sabe que su tiempo de amarillo se le agotó. Roto por dentro y por fuera. Las lágrimas del canterano en el banquillo eran notables ya que otra vez una lesión muscular le impidió seguir ayudando a sus compañeros y seguir disfrutando de esos momentos en el equipo de su vida antes de embarcarse en la aventura atlética con Simeone.
De hecho, Miguel Ángel Ramírez ha anunciado que Vitolo intentará volver a vestir la camiseta amarilla, aunque lo más posible es que no llegue a suceder después de someterse a las pertinentes pruebas médicas y confirmarse que su microrrotura miofascial en el bíceps femoral lo mantendrá alejado de los terrenos de juego cuatro semanas. El que fuera el fichaje galáctico de este verano para el conjunto insular abandonará la entidad grancanaria en enero estando en la enfermería.
De esa manera, cuando el jugador pueda regresar al césped lo hará ya perteneciendo al Atlético de Madrid tras haber disputado 11 partidos, 9 de LaLiga y 2 de Copa del Rey, en los que sólo pudo anotar un gol ante el Celta de Vigo el pasado 16 de noviembre.
Por otra parte, el propio Miguel Ángel Ramírez adelantó que la Selección Española ha solicitado tratar la lesión del grancanario en Madrid, por lo que Vitolo viajará en los próximos días a la capital de España para comenzar su tratamientode recuperación. Además, se da la coincidencia de que el médico del combinado nacional es el exjugador amarillo Óscar Celada, quien también trabaja en el servicio médico del Atlético de Madrid, nuevo equipo de Vitolo a partir de enero.
El segundo episodio del idilio entre el internacional y la UD termina antes de lo esperado. Las lesiones han sido un calvario para Vitolo y en su regreso a Las Palmas ha tenido que pelear con hasta tres periodos de baja que, seguramente, le han impedido rendir al máximo tal como le hubiera gustado. Dicen que segundas partes no son buenas, y en el caso del de San Cristóbal, por desgracia, se ha seguido el refrán al pie de la letra.