El conjunto amarillo tiene por delante un mes de enero muy complicado en el que cerrará la primera vuelta de LaLiga, abrirá la segunda y podría seguir compitiendo en Copa si se clasifica el próximo martes en Valencia.
Enero es el mes de los buenos propósitos. También es un mes de volver a la rutina, pero puede hacerse un poco cuesta arriba. Precisamente, la UD Las Palmas podría verse reflejada en esos tópicos porque está trabajando para cumplir con sus deseos para este 2018 y, además, va a tener que hacerlo antes rivales de enjundia que van a complicar el intento de escalada que los amarillos necesitan para salvar la categoría.
Los hombres de Jémez tienen ante sí un camino hasta final de mes en el que van a tener que afrontar partidos tanto de Copa como de LaLiga. En ese sentido, el primer escollo de los insulares será el Torneo del K.O con el Valencia de Marcelino como rival. Tras el empate de la ida, la UD estaría obligada a hacer un gol si quiere estar en el bombo de cuartos y eso la llevaría a jugar 2 encuentros más antes de acabar el mes.
No obstante, lo que verdaderamente le importa ahora mismo a Las Palmas es LaLiga y sus próximos 3 partidos son un Tourmalet en toda regla independientemente de su situación clasificatoria. Los amarillos visitarán el próximo sábado al Girona en Montilivi, el sábado 20 recibirá al Valencia en el Estadio de Gran Canaria y el 28 se estrenará en el Wanda Metropolitano para verse las caras con el Atlético de Madrid de Vitolo.
Con ese calendario la UD va a tener que afinar muchísimo si no quiere perder demasiados puntos respecto a sus rivales por la salvación. El hambre aprieta a los amarillos y, aunque de aquí al final de enero los encuentros serán de dificultad máxima, el nivel de exigencia no descenderá con el fin del primer mes del año. Lo que está claro es que Jémez tiene mucho trabajo por delante y tiene ante sí una agenda tan complicada como comprimida.