La UD Las Palmas cayó ante un Valencia que trató a los amarillos como un juguete completamente roto. La imagen del cuadro insular en Mestalla fue bastante nefasta hasta el punto convertir el partido en una pesadilla.
La UD no parece tocar fondo nunca. Las urgencias no cesan. El conjunto amarillo vive ahora mismo uno de los peores momentos deportivos de su historia reciente, quitando lo ocurrido el día del Córdoba, y no es capaz de dar ni un solo motivo para el optimismo. Las Palmas es, a día de hoy, una comedia americana de muy mala calidad que sirve casi de forma exclusiva para coger un poco de sueño una tarde de domingo cualquiera.
Los insulares son un equipo monótono, aburrido y que no termina de encontrar algo a lo que agarrarse. El tiempo pasa, las jornadas empiezan a dejarse atrás y no hay ni una sola virtud que pueda llevar a alguien a pensar que este equipo puede salvarse a final de temporada. Ni el ataque ni la defensa salvan a una UD que continúa nadando a la deriva en un océano enorme mientras busca de un milagro que pueda reconducir su camino.
Por desgracia, Paco Jémez tiene ahora en sus manos un coche que tiene problemas en las ruedas, en el chasis, en el motor y hasta en los indicadores. La realidad es que haría falta reiniciar la pretemporada para que esto fuese distinto. La herencia recibida por las malas decisiones tomadas por la directiva son un peso extra con el que Las Palmas va a tener que convivir y que va a intentar solucionar a la carrera en este invierno.
Queda mercado para poder reforzar al equipo, los grancanarios siguen contando con un Jonathan Viera que es un enorme jugador de fútbol, pero erradicar los males que este equipo padece durante la ventana de mercado que en este momento está abierta es una auténtica lotería. Las cosas no se hicieron bien desde un principio y eso está llevando a la UD a una muerte tan dolorosa como demasiado larga. Imposible de digerir.
Lo cierto es que esta temporada en Las Palmas todo ha sido un desastre y ahora están pagando los platos rotos. Hace una semana Jémez dijo que Dios y las Vírgenes tienen «cosas más importantes de las que preocuparse que darle tres puntos a la UD«, pero por el camino que está tomando el equipo va a haber que rezar mucho de aquí a final de curso. Quién lo ha visto y quién lo ve, lo que fue este equipo y lo que hoy es. Qué pena.
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